Alexandra Simas, una estudiante de doctorado de la Friedman School, tiene los suficientes conocimientos para establecer conexiones entre la dieta y las enfermedades. Su primer paciente fue ella misma. Durante su primer año en el Wellesley College, Simas estaba cansada todo el tiempo. Tenía que arrastrarse a clase, y encontraba difícil poder sostener el ritmo del régimen de competencia del equipo de natación de la universidad. Se preguntaba si su dieta contribuía con sus síntomas, los cuales no solamente incluían molestias gastrointestinales, sino que afectaban sus músculos, su humor y su sensación general de bienestar.
Dieta y Enfermedades: Una estudiante de nutrición ha comprendido de cómo los alimentos, la microbiota y la genética afectan nuestra salud
Los problemas llegaron a ser tan severos que tuvo que tomarse un receso de la escuela. Pasó los siguientes dos años en una odisea nutricional, si así se le puede llamar, viendo médicos e investigando el historial de su familia respecto a alergias, enfermedades autoinmunes, cáncer y trastornos neurológicos. Atacó sus problemas de salud con precisión metódica, eliminando ciertos alimentos, tratando sus deficiencias vitamínicas y cambiando su alimentación para mejorar su microbiota, los trillones de microorganismos que conforman el ecosistema intestinal.
Después de dos años, se sentía mucho mejor, y volvió a Wellesley a completar sus estudios universitarios en neurociencias. “Fue realmente difícil, pero no cambiaría esa experiencia por nada, porque me ayudó a ver de primera mano cuán importante son la genética, la dieta y el entorno en la forma en que funcionan nuestro cerebro y nuestro cuerpo,” dice Simas, quien está cursando un Ph.D. en nutrición bioquímica y molecular.
Al haber descubierto el poder que le otorga a uno descifrar el código de sus propios enigmas alimenticios, Simas vino a Tufts a aprender sobre recomendaciones personalizadas de nutrición. “Esto no se trata de cambiar tu alimentación para disminuir tu riesgo de enfermedades en un cierto porcentaje,” afirma. “Se trata de ver las diferencias que puedes hacer en tu salud, día a día.”
¿Por qué algunas personas desarrollan ciertos trastornos metabólicos aunque coman las mismas cosas?
Como parte de sus estudios de doctorado, Simas trabaja como asistente investigadora en el Laboratorio de Obesidad y Metabolismo en el Jean Mayer USDA Human Nutrition Research Center on Aging, en Tufts. En colaboración con el director del laboratorio Andrew Greenberg, está tratando de comprender por qué algunas personas –aunque no todas– desarrollan ciertos trastornos metabólicos, tales como resistencia la insulina y esteatosis hepática no causada por alcoholismo, aunque coman las mismas cosas.
“¿Cómo creamos un modelo para este sistema humano increíblemente complejo, que nos permita entender los efectos negativos de todas estas variables?” dice Simas. “Esta es la gran pregunta que espero resolver a lo largo de mi carrera.”
El futuro de la nutrición personalizada de acuerdo a tu genética
Para hacer esto, ella cree que los proveedores de servicios médicos necesitan ir más allá de las recomendaciones nutricionales generales. “Lo que estamos aprendiendo es que no hay una dieta correcta. Un plan de alimentación bajo en grasa o sin sodio podría ayudar a una persona, pero podría no tener efectos en otra,” afirma. Ella prevé un futuro en el cual los médicos puedan diseñar tratamientos a la medida con base en la genética y microbiota de los pacientes. “Espero que podamos tomar la información de una persona y entonces crear un plan personalizado que les dé las herramientas para estar lo más saludables que puedan.”
Además de lo que está tomando en el laboratorio, “estoy aprendiendo mucho de mis compañeros a través del foro NEWtrition, manejado por estudiantes, el cual auspicia charlas de nutrición tipo TED,” afirma. Y las charlas de la política semanal auspiciadas por la escuela han sido fascinantes, particularmente sobre la economía de la nutrición. Nuestra investigación solamente será útil si es económicamente factible para la gente que realiza los cambios que recomendamos.”
Dice que está particularmente inspirada por las personas que ha conocido siendo representante estudiantil en el Consejo Ejecutivo de Ex Alumnos de la Friedman School. “Recientemente estuve hablando con Bill Reid [N90], quien está trabajando para mejorar la comunicación entre los diferentes sistemas de hospitales y pacientes,” dice. “Es tan genial ver lo que estos ex alumnos están haciendo para marcar una diferencia en la sociedad como un todo.”
Esta clase de enfoque multidisciplinario es lo que trajo a Simas a la Friedman School. “El Dr. Greenberg siempre está compartiendo hallazgos de diferentes campos para ver cómo podrían aplicar a mi investigación o iluminar nuevas conexiones,” afirma. “Estamos haciendo frente a problemas multifacéticos, y quiero estar en un lugar donde diferentes disciplinas, como los biólogos celulares y los genetistas trabajen juntos para resolverlos.”
Su educación es posible gracias a la Iniciativa de Ayuda Financiera de Tufts, un programa que equipara las aportaciones de donadores para becas. Simas es apoyada por el Fondo de Beca Stanley N. Gershoff, llamado así en honor a un ex decano de la escuela de nutrición. “Sé lo afortunada que soy,” afirma. “Sin ayuda financiera, no podría cumplir mis metas.”
Fecha: 6 de mayo de 2016
Fuente: TuftsNow
Link: http://now.tufts.edu/articles/diet-and-disease-connection
Nota: Instituto Nutrigenómica no se ha responsable de las opiniones expresadas en el presente artículo.