A menudo es difícil resistirse cuando se nos presenta una bandeja de postres o una selección de golosinas junto a la caja antes de pagar. Comer esas calorías excesivas puede contribuir al sobrepeso y a la obesidad, y esto es a menudo desatado por señales ambientales — la apariencia de ese hermoso postre o la colorida envoltura de una barra de caramelo — en vez de por una necesidad metabólica. Los investigadores han identificado una ruta en el cerebro que es responsable de la capacidad de controlar este comportamiento impulsivo.
El descubrimiento de la ruta del cerebro responsable de la capacidad de controlar el comportamiento impulsivo
Investigadores de la Universidad de Illinois en Chicago, han identificado una ruta en el cerebro que es responsable de la capacidad de controlar este comportamiento impulsivo. Los hallazgos serán presentados esta semana en la Reunión Anual de la Sociedad para el Estudio del Comportamiento de la Ingestión (SSIB), la sociedad para la investigación de todos los aspectos del comportamiento al comer y beber.
“Hemos hallado que detener un comportamiento que típicamente conduce a una recompensa es un proceso activo,” dice Jamie Roitman, PhD, el investigador principal del estudio. “Aunque es intuitivo pensar que tenemos que iniciar una acción de forma activa, poner freno es también un proceso activo para detener este tipo de comportamientos.”
Para evaluar cómo el cerebro pone en marcha este control inhibitorio del comportamiento, los autores entrenaron a ratas para presionar una palanquilla y obtener pequeñas bolas de azúcar. Luego, las ratas tenían que aprender a controlar esta actividad cuando se les presentaba una señal para detenerse. Los investigadores descubrieron que la capacidad para detenerse dependía de la actividad de la corteza prefrontal media (mPFC), una región del cerebro implicada en el control del comportamiento.
El control inhibitorio se hallaba en actividad de la corteza prefrontal media (mPFC),
Hallaron que las neuronas individuales en la mPFC, se activaban en respuesta tanto a la señal de ‘adelante’ como a la de ‘detenerse’, lo que sugería que esto podría jugar un rol en ambos tipos de control. Cuando se suprimía temporalmente la actividad de la mPFC con una infusión de fármacos, la capacidad de las ratas para limitar su comportamiento disminuía fuertemente.
El control inhibitorio se podía modular mediante un tratamiento químico genético
Adicionalmente, los investigadores hallaron que podían mejorar la capacidad de las ratas para detenerse, aplicando un tratamiento quimio genético que aumentaba la actividad neural en esa región. Estos resultados sugieren que la actividad de la mPFC juega un rol crítico en el ejercicio del control sobre el comportamiento cuando se presenta una señal para detenerse.
Para examinar cómo la mPFC ejercería este control, los investigadores volcaron su atención a otra área del cerebro que recibe instrucciones de la mPFC, el núcleo accumbens (NAc). El NAc juega un rol importante en el procesamiento de las recompensas y ha sido implicado en un amplio conjunto de comportamientos motivados, tales como alimentarse, el sexo, y el abuso de drogas. Cuando la comunicación entre la mPFC y el NAc era bloqueada, las ratas de nueva cuenta eran incapaces de controlar su comportamiento cuando se encontraban con una señal para detenerse.
Las conclusiones
“Analizados en conjunto, los resultados sugieren que la corteza prefrontal media restringe de forma activa el comportamiento en el momento en que una señal ambiental pudiera desatarlo. Si podemos incrementar esta señal de restricción — tal vez con otra señal para recordarnos en el momento adecuado por qué deberíamos hacer caso omiso a esa golosina deliciosa — podríamos mejorar nuestro control sobre este tipo de comportamiento impulsivo. Necesitamos una aplicación para eso,” sugiere Roitman.
Fecha: 12 de julio de 2016
Fuente: sciencedaily.com
Link: https://www.sciencedaily.com/releases/2016/07/160712092347.htm
Fuente original:
La publicación anterior ha sido reimpresa de materiales proporcionados por la Sociedad para el Estudio del Comportamiento de la Ingestión. Nota: El contenido podría haber sido editado en estilo y extensión.
Referencia de la Publicación:
Society for the Study of Ingestive Behavior. «Brain pathway contributes to restraining from food temptation triggered by environmental cues.» ScienceDaily. ScienceDaily, 12 July 2016. <www.sciencedaily.com/releases/2016/07/160712092347.htm>.
Nota: Instituto Nutrigenómica no se hace responsable de las opiniones expresadas en el presente artículo.