La estimulación no invasiva de un área específica del cerebro puede reducir las ansias por comer, particularmente alimentos “apetitosos” altos en calorías, sugiere una investigación disponible.
La estimulación no invasiva de un área específica del cerebro puede reducir las ansias por comer
Una investigación disponible sugiere que la estimulación no invasiva de un área específica del cerebro puede reducir las ansias por comer—particularmente alimentos “apetitosos” altos en calorías, de acuerdo con una reseña que aparece en la publicación Psychosomatic Medicine: Journal of Biobehavioral Medicine, la publicación oficial la Sociedad Psicosomática Americana. La publicación es realizada por Wolters Kluwer.
Sin embargo, todavía no existe evidencia consistente para mostrar que la estimulación cerebral puede reducir el consumo real de comida, de acuerdo con la reseña de una investigación realizada por Peter A. Hall, PhD, de la Universidad de Waterloo, Ont., Canadá, y sus colegas.
Los investigadores analizaron estudios previos que evaluaban los efectos de la estimulación cerebral no invasiva en las ansias por comer y en el consumo de alimentos. Los estudios de estimulación se han centrado en un área del cerebro llamada corteza dorsolateral prefrontal (DLPFC), la cual parece jugar un rol en la “regulación consciente de las ansias por comer y del consumo de alimentos altos en calorías.”
Los estudios y sus resultados hasta la fecha
La reseña identificó once estudios que evaluaban los efectos de la estimulación de la DLPFC en las ansias por comer y/o consumo de alimentos. Los estudios incluyen a voluntarios humanos en un ambiente de laboratorio — más precisamente mujeres quienes afirmaban tener ansias “fuertes y frecuentes” por alimentos altos en calorías. Todos los estudios utilizaron un falso (inactivo) procedimiento adecuado de estimulación.
De ocho estudios que proporcionaban datos sobre las ansias por comer, todos excepto uno mostraban un efecto importante de estimulación cerebral. El meta análisis de los datos reunidos de estos estudios sugería un “efecto moderado” de la estimulación a la DLPFC en las ansias por comer — aproximadamente medio punto de una escala auto evaluada de cuatro puntos.
Sólo uno de los dos tipos de estimulación estudiadas tenía un efecto significativo en las ansias por comer — una técnica llamada estimulación magnética transcraneal repetitiva (rTMS). La otra técnica evaluada, la estimulación transcraneal por corriente directa, no afectaba de forma significativa las ansias por comer.
En contraste, los resultados de nueve estudios que proporcionaban datos sobre el consumo real de alimentos, eran inconsistentes. El análisis realizado con los datos reunidos sugería que no existía un efecto importante por la estimulación cerebral.
La estimulación cerebral podría reducir el apetito, especialmente carbohidratos
Otros dos estudios evaluaban los efectos del tratamiento utilizando sesiones repetidas de estimulación a la DLPFC. Un estudio halló una reducción significativa del consumo total de alimentos después de una estimulación diaria, mientras que el otro, no. Sin embargo, había alguna evidencia de que la estimulación reducía específicamente el consumo de carbohidratos — por ejemplo, galletas, tartas, y gaseosas.
Esto es importante porque los alimentos altos en calorías a menudo están implicados en el desarrollo de la obesidad. Una razón por la cual es tan difícil perder peso haciendo dieta es que la persona tiene que superar las “preferencias naturales” de este tipo de alimentos apetitosos. No queda completamente claro cómo la DLPFC trabaja para reducir las ansias por comer, sin embargo, la evidencia sugiere posibles efectos en el “centro de recompensas” del cerebro y/o un control cognitivo mejorado sobre las ansias por comer.
Las conclusiones más significativas
Los datos disponibles apoyan la conclusión de que la estimulación a la DLPFC reduce las ansias por comer, como lo creen el Dr. Hall y los coautores. “Estos efectos parecen ser más fuertes para los métodos de neuro modulación rTMS y son moderados en magnitud,” escribieron.
Aunque hasta ahora no hay “ningún efecto fiable” de la estimulación cerebral para la reducción del consumo global de comida, los estudios sugieren un posible efecto sobre el consumo de carbohidratos. El Dr. Hall y sus colegas tienen sugerencias para investigaciones futuras, aclarando los beneficios potenciales de sesiones repetidas de rTMS y enfocándose en el consumo real de alimentos — especialmente los alimentos altos en calorías.
Fecha: 19 de julio de 2016
Fuente: sciencedaily.com
Link: https://www.sciencedaily.com/releases/2016/07/160719125124.htm
Fuente original:
La publicación anterior ha sido reimpresa de materiales proporcionados por Wolters Kluwer Health: Lippincott Williams and Wilkins. Nota: El contenido podría haber sido editado en estilo y extensión.
Referencia de la Publicación:
Cassandra J. Lowe, Corita Vincent, Peter A. Hall. Effects of Noninvasive Brain Stimulation on Food Cravings and Consumption. Psychosomatic Medicine, 2016; 1 DOI: 10.1097/PSY.0000000000000368
Nota: Instituto Nutrigenómica no se hace responsable de las opiniones expresadas en el presente artículo.