La Comida Para Reflexionar: ¿Puede Una Dieta Individualizada Ayudar A Prevenir El Cáncer?.
Las variaciones genómicas pueden impulsar diferencias en la forma en que la gente se beneficia de los nutrientes – una idea que podría conducir a dietas individualizadas anti cáncer.
El campo emergente de la medicina molecular promete una nueva era en el tratamiento contra el cáncer – diagnósticos más oportunos y más precisos, y terapia individualizada que sea más efectiva y con menos efectos secundarios. El desarrollo, como parte de ese campo es un entendimiento más grande del terreno genético que vincula a la dieta con el desarrollo del cáncer y otras enfermedades.
La conexión entre la dieta y la salud es bien conocida en sentido general. Consumir demasiada azúcar y grasa puede conducir a obesidad y diabetes. Una cantidad insuficiente de cualquier constituyente alimenticio vital, puede resultar en enfermedades – por ejemplo, en casos donde una falta de vitamina C causa escorbuto.
La medicina molecular lleva la escala al nivel del ADN, los 20,000 o más genes que codifican el software biológico que opera la máquina humana, colectivamente conocida como el genoma. La Nutrigenómica es el estudio de los efectos de los alimentos en la expresión de los genes, y cómo las diferencias genéticas individuales guían la respuesta del cuerpo a los nutrientes.
“Estamos interesados en estudiar la biología de la nutrición, la influencia de la composición genética en los efectos de los nutrientes,” dice Sharon Ross, Ph.D., M.P.H., directora del programa del grupo de Investigación de Ciencias de la Nutrición del National Cancer Institute.
Un gen que ha sido estudiado profundamente es el APOE, el cual contiene instrucciones para la elaboración de la lipoproteína, una molécula involucrada en el transporte del colesterol y el metabolismo. Las variaciones en el gen APOE pueden causar niveles de colesterol alto que podrían, a su vez, contribuir a enfermedades cardiovasculares o incluso a cáncer de próstata u otro, y aquellos con ciertas variaciones podrían beneficiarse ya sea, de una dieta baja en grasa y alta en carbohidratos, o bien una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos. Las pruebas de estas variaciones genéticas podrían ser útiles como una forma de evaluar el riesgo de una persona a desarrollar varios trastornos relacionados y luego elegir enfoques apropiados para la prevención y el tratamiento.
Se ha hallado que la vitamina D es un nutriente bastante activo a nivel genómico. De acuerdo con un informe publicado en la edición de agosto de 2010 de Genomic Research, el receptor de vitamina D existe en 2,776 sitios en el genoma, incluyendo muchas áreas cerca de genes activos; los autores de la investigación identificaron 229 genes cuya expresión cambia en respuesta a la vitamina D. Una revisión del 2006 de las publicaciones médicas que aparecieron en el American Journal of Public Health, halló que “un nivel suficiente de vitamina D” ayudaba a disminuir el riesgo de muerte causada por cáncer de colon, seno, ovario y próstata, y sugería los suplementos de vitamina D cuando fueran necesarios – aunque los expertos advierten que demasiada vitamina D también puede causar problemas de salud, por lo que se debería consultar a los médicos.
La deficiencia de ácido fólico – una vitamina B esencial, está ligada a daño en el ADN y a un riesgo más elevado de cáncer de colon. Sin embargo, Lorenzo Cohen, Ph.D., director del Programa de Medicina Integradora en el MD Anderson Cancer Center, observa que la respuesta de un individuo a la deficiencia de ácido fólico depende de sus genes, así como lo hace el riesgo de una persona al cáncer colorrectal asociado con comer carne roja.
Steven H. Zeisel, M.D., y sus colegas de la Universidad de North Carolina Chapel Hill, están estudiando el rol de la colina – un nutriente necesario para el neurotransmisor acetilcolina – en la proliferación celular y en la muerte celular programada (apoptosis). Ambos mecanismos están involucrados en el desarrollo del cáncer.
Estudios muestran que ratones alimentados con una dieta deficiente en colina desarrollan cáncer hepático, y los humanos que no ingieren suficiente colina podrían desarrollar esteatosis hepática e incrementar el suicidio celular en el hígado. En los humanos, la necesidad de colina en la dieta varía dependiendo de la edad y el género. La mayoría de las mujeres jóvenes no la necesitan, mientras tengan una enzima hepática activa, conocida como PEMT. El gen que expresa a la PEMT tiene influencia del estrógeno, así que los hombres y las mujeres postmenopáusicas necesitan colina en sus dietas para mantenerse saludables.
El grupo de Zeisel descubrió que 45% de las mujeres tienen una variación en el gen PEMT que no está afectado por el estrógeno. Estas mujeres tienen cerca de un 30% de mayor riesgo de cáncer de mama, y podrían beneficiarse de la colina en su dieta, de acuerdo a Zeisel.
Incluso la genómica y la diversidad de las bacterias en nuestros intestinos y piel (conocidas como nuestro “microbioma”) pueden estar afectadas por la dieta y los fármacos, y podrían tener una influencia en la capacidad de nuestros cuerpos para resistir a las enfermedades, incluyendo el cáncer – un área que está obteniendo mucha atención y fondos para investigación.
Imagine hacerse una prueba genética para saber cuánto ácido fólico o colina es ideal para usted – o, aún mejor, una prescripción alimenticia individualizada basada en su genoma, proteoma (todas las proteínas en el cuerpo) y metaboloma (toda la actividad metabólica). La ciencia aún no ha llegado ahí, pero está avanzando en esa dirección.
“¿Ya hemos llegado al punto de las recomendaciones basadas en la población? No lo creo,” dice Ross. “Aún estamos entendiéndolo a nivel poblacional así que mucho menos a nivel individual.”
Steven P. Novella, M.D., un neurólogo de Yale y fundador del blog Science-Based Medicine, dice que muchas de las investigaciones en Nutrigenómica a la fecha, se han llevado a cabo en células animales, y no están aún listas para lo más importante. “Extrapolar a partir de estos resultados preliminares puede conducir a la conclusión errónea,” afirma. “Le toma años a la ciencia interpretar, antes de que podamos hacer inferencias.”
Hasta que la Nutrigenómica y la Nutrigenética se afiancen, dice Novella, el clásico consejo legendario sigue siendo atinado: Ejercítese regularmente y lleve una dieta balanceada que incluya bastantes frutas frescas y vegetales saludables.
Fecha: 7 DE MARZO DE 2016
Fuente: CURE – BRUCE GOLDFARB
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Fotografía: med.unc.edu
Nota: Instituto Nutrigenómica no se hace responsable de las opiniones expresadas en el presente artículo.