Nuevo estudio encuentra diferencias claras entre la leche y la carne ecológicas y no ecológicas
Tanto la leche como la carne ecológicas contienen alrededor de 50% más de los beneficiosos ácidos grasos omega-3, que los productos producidos convencionalmente, reportan los investigadores, quienes llevaron a acabo reseñas sistemáticas a material publicado y analizaron datos de todo el mundo.
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En el estudio más grande en su tipo, un equipo internacional de expertos dirigidos por la Universidad de Newcastle, RU, significa un nuevo avance en la aplicación de la Nutrigenómica. Han encontrado que tanto la leche como la carne ecológicas contienen alrededor de 50% más de los beneficiosos ácidos grasos omega-3 que los productos producidos convencionalmente.
Al analizar datos de todo el mundo, el equipo estudió 196 investigaciones sobre leche y 67 investigaciones sobre carne, y encontró claras diferencias entre la leche y la carne ecológicas y convencionales, especialmente en términos de composición de ácidos grasos y las concentraciones de ciertos minerales esenciales y antioxidantes.
Al publicar sus hallazgos hoy, en el British Journal of Nutrition, el equipo dice que los datos muestran que cambiar a leche y carne ecológicas incrementaría de cierta forma nuestra ingesta de ácidos grasos, los cuales son nutricionalmente importantes.
Chris Seal, profesor de Alimentos y Nutrición Humana en la Universidad de Newcastle explica:
“Los omega-3 están relacionados con la disminución de enfermedades cardiovasculares, mejora en el desarrollo y función neurológicas y mejor función inmune.
Se ha identificado que las dietas europeas occidentales son muy bajas en estos ácidos grasos y la Autoridad de Seguridad Alimentaria Europea (EFSA), recomienda que deberíamos duplicar nuestra ingesta.
Pero obtener una cantidad suficiente en nuestra dieta es difícil. Nuestro estudio sugiere que cambiar a productos ecológicos aumentaría de cierta forma la ingesta de estos importantes nutrientes.”
Las dietas europeas occidentales son muy bajas en ácidos grasos omega-3
Las reseñas sistemáticas de material publicado analizaron datos de todo el mundo y hallaron que la leche y la carne ecológicas tienen perfiles grasos más deseables que la leche y la carne convencionales.
Aún más importante, es el hecho de que un cambio de convencional a ecológico incrementaría la ingesta de grasas omega-3 sin incrementar calorías ni la indeseable grasa saturada un nuevo avance en la búsqueda de una nutrición personalizada mediante la Nutrigenómica molecular. Por ejemplo, medio litro de leche entera ecológica (o ingesta equivalente de grasa de otros productos lácteos como mantequilla y queso) proporciona alrededor de 16% (39 mg) de la ingesta diaria recomendada de omega-3 de cadena muy larga, mientras que la leche convencional proporciona 11% (25 mg).
Otros cambios positivos en perfiles grasos incluían niveles más bajos de ácido mirístico y palmítico en carne ecológica y una proporción más baja de omega-3/omega-6 en leche ecológica. También se observaron niveles más altos de vitaminas solubles en grasa, como la vitamina E y carotenoides y 40% más CLA en leche ecológica.
El estudio mostró que los perfiles grasos más deseables de la leche ecológica estaban fuertemente asociados al pastoreo al aire libre y a una baja concentración de pienso en las dietas del ganado, como lo prescriben los estándares de crianza ecológica.
Las dos nuevas reseñas sistemáticas de material publicado también describen resultados publicados recientemente, de varios estudios de cohortes de madres e hijos, los cuales relacionan al consumo de leche y productos lácteos ecológicos con una reducción del riesgo de padecer ciertas enfermedades. Esto incluía riesgos reducidos de eccema en bebés.
Carlo Leifert, profesor de la universidad de Newcastle, quien dirigió los estudios, dijo:
“La gente elige leche y carne ecológicas por tres razones principalmente: mejoramiento del bienestar animal, los impactos positivos de la crianza y el cultivo ecológico sobre el medio ambiente, y los beneficios de salud percibidos. Sin embargo, se sabe mucho menos sobre el impacto en la calidad nutricional. De ahí, la necesidad de este estudio.
Muchas de estas diferencias son resultado de la cría ecológica de animales y son provocadas por diferencias en la intensidad de producción, con animales criados al aire libre y alimentados con pasto que producen leche y carne que son consistentemente más altas en ácidos grasos deseables como el omega-3, y más bajas en ácidos grasos que pueden propiciar enfermedades cardiacas y otras enfermedades crónicas.”
Evitar el sobre- y sub- abastecimiento de yodo de la leche es un desafío
El estudio también halló un 74% más de yodo en la leche convencional, lo que es información importante especialmente para los consumidores del Reino Unido, donde la sal de mesa yodada no se consigue fácilmente.
El yodo es bajo en la mayoría de los alimentos, excepto en los mariscos, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda agregar yodo a la sal de mesa para hacer frente a esto. La yodación del alimento para ganado, es también ampliamente usada para incrementar concentraciones de yodo tanto en la leche ecológica como convencional.
Gillian Butler, coautora y profesora sénior en nutrición animal de la Universidad de Newcastle, explica:
“Hay un margen relativamente estrecho entre la deficiencia alimentaria de yodo ( 500 µg/día) en nuestra dieta, lo cual puede provocar tirotoxicosis.
Por lo tanto, optimizar la ingesta de yodo es desafiante puesto que globalmente parece haber más inquietud respecto a la ingesta excesiva, que respecto a la ingesta inadecuada.”
En los Estados Unidos, China, Brasil y muchos países europeos donde la sal yodada se usa ampliamente, los niveles elevados de yodo en la leche pueden incrementar el riesgo de una ingesta excesiva para individuos con un consumo alto de productos lácteos. Por esta razón, la Autoridad de Seguridad Alimentaria Europea (EFSA) ha propuesto una reducción en el nivel permitido de yodo en alimento para ganado, de 5 a 2 mg de yodo por kg de alimento.
Sin embargo, en el Reino Unido donde la sal yodada no se consigue fácilmente, la población depende más de la leche y los productos lácteos para un adecuado suministro de yodo. La National Diet and Nutrition Survey data (NDNS) sugiere que la leche y los productos lácteos aportan entre 31% y 52% del yodo de la dieta del Reino Unido.
La ingesta diaria recomendada de yodo en el Reino Unido es de 140 µg/día y un poco más de la mitad proviene de fuentes alimenticias diferentes a la leche y los lácteos. Con base en los resultados del estudio, medio litro de leche ecológica y leche convencional proporcionaría 53% y 88% de la ingesta diaria recomendada, respectivamente. Sin embargo, las mujeres encinta y lactantes tienen una necesidad de yodo más alta (200 µg por día) y por lo tanto están más en riesgo de padecer una deficiencia de yodo, lo que podría afectar el desarrollo neurológico de los bebés.
Mayor evidencia de los beneficios para la salud de los alimentos ecológicos
El trabajo se basa en un estudio previo del equipo — que involucraba a expertos del Reino Unido, los Estados Unidos, Francia, Italia, Suiza, Noruega y Polonia — que investigaron la composición de cultivos ecológicos y convencionales.
Este estudio previo — que también fue publicado en el British Journal of Nutrition — mostró que los cultivos ecológicos y los alimentos provenientes de cultivos tienen hasta un 60% más de antioxidantes clave que los cultivos producidos convencionalmente y contenían menos cantidad del metal tóxico, cadmio.
“Hemos mostrado, sin duda, que hay diferencias de composición entre los alimentos ecológicos y convencionales. Vistos juntos, los tres estudios sobre cosechas, carne y leche, sugieren que un cambio a frutas, vegetales, carne y lácteos ecológicos podría proporcionar cantidades significativamente mayores de antioxidantes y ácidos grasos omega-3,” concluye el profesor Leifert.
“Necesitamos sustancialmente más estudios e investigaciones, bien diseñados, antes de que podamos estimar con precisión las diferencias de composición de la carne de diferentes animales de granja y de muchos compuestos nutricionalmente importantes (vitaminas, minerales, metales tóxicos y residuos de pesticidas), ya que actualmente hay muy pocos datos para hacer comparaciones.
Sin embargo, el hecho de que ahora haya varios estudios de cohortes de madres e hijos que relacionan al consumo del alimentos ecológicos con impactos positivos en la salud, muestra por qué es importante investigar más a fondo el impacto de la manera en que producimos nuestros alimentos, sobre la salud humana.”
Los autores resaltan que solamente ha sido llevado a cabo un número pequeño de estudios para comparar la carne ecológica y no ecológica, y que incluso resultados significativos todavía podrían contener un alto nivel de incertidumbre.
Fecha: 15 de febrero de 2016
Fuente: Universidad de Newcastle
La publicación anterior ha sido reimpresa de materiales proporcionados por la Universidad de Newcastle. Nota: Los materiales podrían haber sido editados en contenido y extensión.