Un estudio publicado en línea hoy en Nature Genetics, sugiere que una mutación de contrasentido en un gen relacionado con la acumulación de grasa, llamado CREBRF, contribuye a un índice de masa corporal (IMC) elevado en personas nativas de Samoa.
Una mutación relacionada con el Índice de Masa Corporal asociada a la conservación de energía es identificada en samoanos
A través de un estudio de relación del genoma completo de más de 3,000 personas de Samoa, agrupadas mediante secuenciación específica enfocada en un sitio sospechoso del genoma de casi 100 samoanos, investigadores de los Estados Unidos, Samoa y Taiwán se enfocaron en la variante CREBRF, la cual era mucho más común de lo usual en la población de Samoa.
Sus análisis de seguimiento indicaron que el cambio de sentido en el CREBRF estaba relacionado con un uso de energía más bajo que el usual y una elevada acumulación de grasa en los adipocitos — convirtiéndolo en un ejemplo aparente de variante ‘ahorrativa’ que es valiosa cuando los alimentos escasean.
“Al llevar a cabo un análisis de asociación del genoma completo del IMC de los samoanos, descubrimos y replicamos una fuerte relación con una variante de contrasentido en el CREBRF que tiene un efecto mucho mayor que cualquier otra variante común conocida asociada con riesgos para el IMC,” escribieron el autor Stephen McGarvey, un investigador de epidemiología y antropología de la Universidad de Brown y sus coautores. “Evidencia funcional de un modelo de adipocitos demostró adicionalmente que el CREBRF con esta variante de contrasentido fomenta la conservación de la energía celular al incrementar la acumulación de grasa y reducir el uso de energía en comparación con la proteína de tipo salvaje.”
En busca de una respuesta a índices de obesidad crecientes en Samoa
Con índices de obesidad crecientes en Samoa, el equipo se dispuso a buscar contribuyentes genéticos potenciales al IMC de la población utilizando datos de genotipos basados en matrices de Affymetrix, de 3,072 individuos cuyo fenotipo se analizó, provenientes de cerca de tres docenas de poblaciones samoanas.
Después de realizar un ajuste por estructura poblacional y parentesco potencial entre individuos, los investigadores identificaron una variante del cromosoma 5 conocida como rs12513649 con aparentes nexos con el IMC – un SNP que posteriormente fue validado en otros 2,102 individuos de Samoa y de Samoa Americana.
A través de una secuenciación específica en una sección de 1.5 millones de bases que rodean al SNP, en 96 samoanos, los investigadores descubrieron dos variantes relacionadas con el IMC en el CREBRF que estaban en desequilibrio de ligamiento la una con la otra: la rs150207780 y un cambio de contrasentido llamado rs373863828.
El equipo enfocó mucha de su atención en la segunda variante, la cual parecía ser una mutación causal prometedora basada en información funcional de la Enciclopedia de Elementos del ADN. Aunque esta mutación de contrasentido era relativamente común en gente de Samoa, por ejemplo, datos del Exome Aggregation Consortium indicaban que era muy extraña en individuos de otras partes del mundo.
Efectivamente, los investigadores hallaron que el cambio de contrasentido del CREBRF mostraba vínculos no sólo con el riesgo de obesidad, sino también con características como el porcentaje de grasa corporal, la circunferencia abdominal y de las caderas, y otras medidas relacionadas con el IMC.
Aun así, el cambio al CREBRF, relacionado con el IMC, no parecía coincidir con problemas metabólicos tales como niveles alterados de triglicéridos, resistencia a la insulina, o riesgo de diabetes tipo 2. Por el contrario, observaron señales que indicaban que el riesgo de diabetes y los niveles de glucosa en ayuno podrían disminuir en individuos portadores de la mutación de contrasentido.
De estos y otros patrones en personas de Samoa incluidas en el análisis, los autores del estudio especularon que “la variante de contrasentido no fomenta, e incluso podría proteger contra comorbilidades relacionadas con la obesidad. Sin embargo, se requerirán estudios adicionales para confirmar estos hallazgos y probar directamente esta hipótesis.”
En una serie de experimentos realizados en líneas celulares de pre adipocitos de ratones, el equipo demostró que la variante del CREBRF podría dar lugar a un aumento de la acumulación de grasa a través de acumulación de lípidos y triglicéridos, junto con una disminución del uso de energía. Por otra parte, en células carentes de nutrientes, la expresión del gen aumentaba, lo que era consistente con un rol potencial del CREBRF en la respuesta al estrés alimenticio.
Fecha: 25 de julio de 2016
Fuente: genomeweb.com. Reportero de GenomeWeb Nueva York USA.
Nota: Instituto Nutrigenómica no se ha responsable de las opiniones expresadas en el presente artículo.