Consumir mayores cantidades de grasas no saturadas se ha relacionado con menores tasas de mortalidad, de acuerdo con un nuevo estudio. Los investigadores hallaron que un mayor consumo de grasas saturadas y ácidos grasos trans estaba relacionado con una mortalidad mayor en comparación con el mismo número de calorías provenientes de carbohidratos. Este estudio proporciona una mayor base para las Pautas Alimenticias Para los Americanos 2015-2020 que enfatizan los tipos de grasas en vez de la cantidad total de grasa en la dieta.
Un mayor consumo de grasas no saturadas estaría relacionado con menores tasas de mortalidad
Consumir mayores cantidades de grasas no saturadas se ha relacionado con una menor mortalidad, de acuerdo con un estudio de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard. Los investigadores hallaron que un mayor consumo de grasas saturadas y ácidos grasos trans estaba relacionado con una mortalidad mayor en comparación con el mismo número de calorías provenientes de carbohidratos. Aún más importante era el hecho de que reemplazar grasas saturadas con grasas no saturadas confería beneficios de salud sustanciales. Este estudio proporciona una mayor base para las Pautas Alimenticias Para Americanos 2015-2020 que enfatizan los tipos de grasas en vez de la cantidad total de grasa en la dieta.
El estudio masivo detrás de las conclusiones
El estudio es la examinación más detallada y poderosa realizada a la fecha sobre cómo impactan la salud las grasas alimenticias. Esta sugiere que reemplazar las grasas saturadas como la mantequilla, manteca, y grasa de la carne roja con grasas no saturadas de alimentos vegetales — como el aceite de oliva, el aceite de canola, y el aceite de soya — puede conferir beneficios de salud sustanciales y debería continuar siendo un mensaje clave en la recomendaciones alimenticias.
El estudio fue publicado en línea el 5 de julio de 2016 en JAMA Internal Medicine.
“Ha habido una confusión generalizada en la comunidad biomédica y en el público general en los últimos años sobre los efectos en la salud de tipos específicos de grasas en la dieta,” dijo Dong Wang, un candidato doctoral SD ’16, en los Departamentos de Nutrición y Epidemiología de la Escuela Chan de Harvard y autor principal del estudio. “Este estudio documenta los importantes beneficios de las grasas no saturadas, especialmente cuando sustituyen a las grasas saturadas y a los ácidos grasos trans.”
El estudio incluyó a 126,233 participantes de dos estudios de larga duración — el Estudio de Salud de las Enfermeras y el Estudio de Seguimiento de los Profesionales de la Salud — quienes respondieron a preguntas de una encuesta sobre su dieta, estilo de vida y salud, cada dos a cuatro años durante 32 años. Durante el seguimiento, se documentaron 33,304 muertes. Los investigadores de la Escuela Chan de Harvard y del Hospital Brigham y de Mujeres, examinaron la relación entre tipos de grasas en las dietas de los participantes y las muertes globales de los integrantes del grupo durante el periodo de estudio, así como las muertes debidas a enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades neuro degenerativas y enfermedades respiratorias.
Las conclusiones sobre el efecto de distintos tipos de grasas
Diferentes tipos de grasas alimenticias tenían diferentes relaciones con la mortalidad, hallaron los investigadores. Los ácidos grasos trans–en su camino a ser prácticamente eliminados de los alimentos–tenían el impacto adverso más significativo en la salud. Cada incremento del 2% de consumo de grasas trans fue asociado con una probabilidad 16% más alta de muerte prematura durante el periodo de estudio. Un mayor consumo de grasas también fue relacionado con un riesgo mayor de mortalidad. Cuando se compara con la misma cantidad de calorías provenientes de carbohidratos, cada incremento del 5% en consumo de grasas saturadas se asoció a un riesgo 8% más alto de mortalidad general.
Por el contrario, la ingesta de mayores cantidades de grasas no saturadas — tanto poliinsaturadas como monoinsaturadas — fue relacionada con entre un 11% y un 19% de menor mortalidad general en comparación con la misma cantidad de calorías provenientes de carbohidratos. Entre las grasas poliinsaturadas, tanto el omega 6 encontrado principalmente en aceites vegetales, como los ácidos grasos omega tres, encontrados en pescados y aceites de soya y canola, se asociaron con un menor riesgo de muerte prematura.
Los efectos de salud de tipos específicos de grasas dependían de con qué las reemplazara la gente, hallaron los investigadores. Por ejemplo, las personas que reemplazaban grasas saturadas con grasas no saturadas — especialmente grasas poliinsaturadas — tenían un riesgo considerablemente menor de muerte durante el periodo de estudio, así como un riesgo menor de muerte por enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades neuro degenerativas, y enfermedades respiratorias, en comparación con aquellas que mantenían altos consumos de grasas saturadas. Los hallazgos para enfermedades cardiovasculares son consistentes con muchos estudios anteriores que mostraban una reducción del colesterol total y LDL (“colesterol malo”) cuando las grasas saturadas o a los ácidos grasos trans son reemplazadas con grasas no saturadas.
Las personas que remplazaban las grasas saturadas con carbohidratos tenían solamente un riesgo de mortalidad ligeramente menor. Además, reemplazar la grasa total con carbohidratos estaba relacionado con una mortalidad ligeramente más alta. Esto no era sorprendente, dijeron los autores, porque los carbohidratos en la dieta americana tienden a ser principalmente almidón y azúcares refinados, los cuales influyen de forma similar, a las grasas saturadas, en el riesgo de mortalidad.
“Nuestro estudio muestra la importancia de eliminar los ácidos grasos trans y reemplazar las grasas saturadas con grasas no saturadas, incluyendo tanto ácidos grasos omega 6 como omega 3. En la práctica, esto se puede lograr reemplazando grasas animales con una variedad de aceites vegetales líquidos,” dijo el autor principal Frank Hu, profesor de nutrición y epidemiología de la Escuela Chan de Harvard y profesor de medicina en la Escuela de Medicina de Harvard.
Fecha: 5 de julio de 2016
Fuente: sciencedaily.com
Link: https://www.sciencedaily.com/releases/2016/07/160705120026.htm
Fuente original:
La publicación anterior ha sido reimpresa de materiales proporcionados por la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard. Nota: El contenido podría haber sido editado en estilo y extensión.
Referencia de la Publicación:
Dong D. Wang, Yanping Li, Stephanie E. Chiuve, Meir J. Stampfer, JoAnn E. Manson, Eric B. Rimm, Walter C. Willett, and Frank B. Hu. Specific Dietary Fats in Relation to Total and Cause-Specific Mortality. JAMA Internal Medicine, July 5, 2016 DOI: 10.1001/jamainternmed.2016.2417
Nota: Instituto Nutrigenómica no se hace responsable de las opiniones expresadas en el presente artículo.