Los autores consideran que, sin que deba dejarse de usar el fármaco durante el embarazo, sí habría que extremar precauciones
El paracetamol
El paracetamol es uno de los analgésicos más comunes y uno de los pocos permitidos para su uso durante el embarazo. No en vano se estima que, en los países desarrollados, una de cada dos embarazadas recurre a él. Sin embargo, en los últimos años varios estudios relacionan la exposición prenatal a este fármaco con trastornos neuroconductuales. El último en hacerlo se publica este viernes en la revista European Journal of Epidemiology; se trata de un trabajo firmado por investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) que asocia la exposición prenatal al paracetamol con un mayor riesgo de desarrollar síntomas de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o trastornos del espectro autista (TEA).
El estudio
El estudio epidemiológico recoge los datos de más 70.000 niños de seis países europeos (Reino Unido, Dinamarca, Países Bajos, Italia, Grecia y España). Los autores han comprobado la información disponible sobre su exposición al paracetamol (prenatal o en sus primeros días) y la posterior presencia de síntomas de TEA o TDAH. Sobre este planteamiento el estudio halló que aquellos que estuvieron expuestos ‘in utero’ al paracetamol (también llamado acetaminofén) presentan un 19% más de probabilidades de desarrollar síntomas de TEA y un 21% más de probabilidades de desarrollar TDAH.
Aun así, los autores subrayan que los resultados no significan que se deba dejar de recetar este analgésico durante el embarazo en caso de necesidad, pero sí que se deben extremar las precauciones y limitar su consumo. «Teniendo en cuenta todas las pruebas sobre el uso de paracetamol y el desarrollo neurológico estamos de acuerdo con las recomendaciones anteriores que indican que, si bien el paracetamol no debe suprimirse en las mujeres embarazadas o en los niños, debe utilizarse sólo cuando sea necesario«, explica Jordi Sunyer investigador de ISGlobal, un centro apoyado por la Fundación «la Caixa».
En este sentido en España el Ministerio de Sanidad, a través de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), ya actualizó sus recomendaciones dirigidas a profesionales en 2019 para abordar el tema del paracetamol durante el embarazo. Si bien la AEMPS no consideró entonces que existiesen «evidencias de una asociación entre el uso prenatal de paracetamol y el impacto en el aparato urogenital o alteraciones del neurodesarrollo del niño expuesto intraútero«, la autoridad nacional recomendaba «utilizarlo a la dosis mínima eficaz, durante el menor tiempo posible».
Causas desconocidas
Por otro lado, aunque los números muestran una relación entre el fármaco y la afección, las razones siguen siendo en gran medida una incógnita. «No se conocen los mecanismos precisos que expliquen estas asociaciones pero es plausible que a nivel biológico la exposición a paracetamol en las primeras etapas de la vida pueda alterar el desarrollo cerebral; algunos mecanismos propuestos incluyen alteraciones en los factores neurotróficos, una familia de proteínas muy relevante para el neurodesarrollo», explica Sílvia Alemany, primera autora del estudio. «También podría contribuir al estrés oxidativo, que es un mecanismo que se ha relacionado con TEA y TDAH».
Estudios anteriores ya se habían interesado por esta cuestión, aunque varios de ellos habían recibido críticas por su metodología y por la dificultad de establecer una relación de causa y efecto entre la exposición y los síntomas. Por eso los investigadores del centro catalán han hecho un esfuerzo por armonizar la evaluación de los síntomas del TDAH y del TEA y la definición de la exposición al paracetamol. «La muestra es amplia e incluye múltiples países europeos», explica Alemany. «Además, utilizamos los mismos criterios para todas las cohortes, reduciendo así la heterogeneidad que ha dificultado los estudios anteriores». En febrero de 2014, la revista JAMA Pediatrics publicó una investigación realizada en Dinamarca en la que se establecía un riesgo un 29% mayor de necesitar medicación para el TDAH durante la infancia en bebés que estuvieron expuestos al paracetamol, y un 13% más de posibilidades de mostrar comportamientos similares al TDAH a los siete años.
En 2019 otro estudio de la Universidad Johns Hopkins se centró en el análisis de muestras de sangre del cordón umbilical y señaló que los recién nacidos con mayor exposición al paracetamol tenían aproximadamente tres veces más probabilidades de ser diagnosticados con TDAH o TEA en la infancia. Asimismo, en el ISGlobal ya había publicado en 2016 un primer estudio con una muestra más pequeña. «Nuestros hallazgos son consistentes con investigaciones anteriores», subraya Alemany. «También hemos descubierto que la exposición prenatal al paracetamol afecta a niños y niñas de forma similar, ya que prácticamente no observamos diferencias»
Link: https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2021/05/28/60afc94cfdddffd1258b4632.html
Autor: AMADO HERRERO
Fecha: Actualizado Viernes, 28 mayo 2021 – 09:06
Nota: Instituto Nutrigenómica no se hace responsable de las opiniones expresadas en el presente artículo.