Cada vez existen en el supermercado más alimentos funcionales capaces de proporcionar un beneficio añadido, pero también hay cada vez más conocimiento sobre todo lo que pueden aportar los alimentos desde su interior. Es el caso de los exosomas, descubiertos de forma relativamente reciente en los alimentos y cuyo aislamiento puede traer beneficios para la salud.
Pero, ¿qué son los exosomas? En concreto, se trata de «un tipo de vesícula extracelular de tamaño nano (entre unos 30 y 200nm) y presentación esférica con una estructura en forma de bicapa de fosfolípidos y liberadas por las células que pueden contener proteínas, compuestos bioactivos-vitaminas, lípidos activos, microARN que no pueden replicarse y que han demostrado una alta estabilidad y propiedades antiinflamatorias y antioxidantes principalmente», explica Pedro L. Prieto-Hontoria, director general de Be Food Lab y miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética (AEND).
Tal y como enumera el Prieto-Hontoria, «podemos encontrar exosomas en alimentos como brócoli, tomate, pomelo, limón, manzana, ginseng, jengibre, subproductos del queso, fresas, higo, nabo, semillas de cáñamo, levadura de cerveza, lactosuero, moringa o bebidas fermentadas de té, entre otros». La buena noticia es que «pueden permanecer estables en entornos fuertemente ácidos como es nuestro estómago, debido a esa bicapa lipídica. En consecuencia, pueden actuar como nuevos vehículos de compuestos bioactivos que sean absorbidos y con ello ejercer el efecto preventivo que se les atribuye», explica el académico de la AEND.
La evidencia científica actual ha confirmado que «los exosomas de origen alimentario tienen un rol potencial sobre la prevención de algunas enfermedades gastrointestinales, inflamación, patologías cardiovasculares, diabetes, refuerzo del sistema inmune y enfermedades neurodegenerativas», asegura Prieto-Hontoria. La clave está en los biomateriales de estos exosomas como microARN, compuestos bioactivos (licopeno, omega-3, rutina, gingerol, shogoal, astaxantina, L-arginina, curcumina, resveratrol) proteínas y lípidos, «que regulan la expresión génica, los procesos celulares y las vías de señalización en las células diana que están afectadas por la enfermedad. Estos exosomas influyen sobre los procesos fisiológicos y las respuestas inmunitarias, por lo que pueden utilizarse como nuevos agentes terapéuticos que complementen otros tratamientos», asegura el experto.
Futuro prometedor
Los exosomas podrían ser parte de la nueva nutrición de precisión o personalizada, «pero debemos de mencionar que son necesarios muchos más estudios en humanos, ya que muchas de las evidencias con las que se cuenta actualmente son en modelos animales o in-vitro», advierte Prieto-Hontoria, quien recuerda que «las limitaciones o retos también vienen de conocer sus mecanismos de acción, su seguridad o biodistribución. La terapia con exosomasº es una tecnología novedosa que aún está en fase de investigación clínica y requiere más estudios que establezcan la eficacia y seguridad en humanos. Sin embargo, podemos decir que es posible que el aislamiento de ciertos compuestos bioactivos, fibras, probióticos, prebióticos, o postbióticos y su nanoencapsulación sea una nueva vía de ayudar a tener una mejor salud. La industria alimentaria necesita tecnologías más maduras con una eficacia y seguridad comprobada, como es la nanoencapsulación aprobada por la EFSA».
Autora: Raquel Bonilla
Fuente: msn.com
Nota: El Instituto Nutrigenómica no es responsable de las opiniones expresadas en este artículo.
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