El impuesto a bebidas azucaradas en Berkeley-California ha reducido el consumo de refrescos – y podría haber incrementado la venta de agua
El primer impuesto al azúcar introducido en los refrescos, en los Estados Unidos, para luchar contra la obesidad, ha reducido las ventas en casi 10%, y aparentemente incrementado el número de personas que compran agua en su lugar, según revela un estudio.
Berkeley – California introdujo un impuesto sustancial en las bebidas azucaradas el 1º de marzo de 2015. A una tasa de 10% – o un céntimo por onza de fluido – añade 12 céntimos a una lata de refresco de 12 onzas con valor de un dólar, o 68 céntimos a una botella de dos litros que cuesta poco más de dos dólares antes del impuesto.
Los expertos esperan que los impuestos al azúcar incrementen sustancialmente los precios de bebidas poco saludables y reduzcan el número de personas que consumen grandes cantidades de estas. Se sabe que las bebidas azucaradas contribuyen de manera significativa a la obesidad, particularmente en niños y jóvenes.
Sin embargo, los impuestos han podido ser introducidos sólo después de librar batallas contra la industria. El último impuesto introducido – en Filadelfia, en enero, en donde, a diferencia de Berkeley, los ingresos son bajos y el índice de obesidad alto – todavía está siendo deliberado en la corte.
El nuevo impuesto cambia los hábitos incluso en zonas de alta renta percápita como Berleley-California
Berkeley es muy diferente a la mayoría de las ciudades de los Estados Unidos, con niveles de riqueza y educación mucho más altos y un bajo consumo de refrescos de cola y otras bebidas azucaradas. Sin embargo, Barry Popkin del Carolina Population Center de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, Estados Unidos, y Lynn Silver del Instituto de Salud Pública hallaron que, incluso ahí, el impuesto había cambiado el comportamiento de las personas.
“Esto me sorprendió”, le dijo Popkin a the Guardian. “No pensé que viéramos un gran efecto.” El debate en torno a la obesidad y al impuesto al azúcar ya había disminuido el consumo en Berkeley – y la introducción del impuesto parece haberlo disminuido aun más.
Un año después de la introducción del impuesto, su investigación en la revista científica Plos Medicine muestra que las ventas de bebidas azucaradas en Berkeley disminuyeron en cerca de 9.6%, mientras que las ventas en áreas cercanas sin el impuesto se incrementaron en un 6.9%
Aunque los académicos no pueden probar que en su lugar, los consumidores han comprado agua, las ventas de agua embotellada en Berkeley se incrementaron en un 15.6% después de la introducción del impuesto. Las ventas de otras bebidas sin el impuesto, como los tés sin azúcar, la leche y los jugos de fruta también se incrementaron. Sin embargo, las bebidas dietéticas y energéticas parecen ser no tan populares – estas se redujeron en un 9.2%
Los tenderos no incurrieron en pérdidas porque la cuenta promedio de sus clientes ha permanecido igual. Los autores del estudio sugieren que es posible que los consumidores estén cambiando de bebidas azucaradas hacia bebidas más saludables – y sin ocasionar dificultades económicas puesto que el gasto no ha disminuido.
En el primer año, el impuesto fue recaudado solamente en los supermercados de cadena y en las estaciones de servicio de cadena, por lo que todavía hay lugar para un mayor efecto cuando las tiendas pequeñas e independientes también lo incorporen. El dinero recaudado es destinado a programas de salud para niños.
El posible efecto de un impuesto similar en Filadelfia con menor renta percápita
Popkin espera que el impacto del impuesto sea bastante mayor en Filadelfia, donde ha sido establecido a una tasa mayor, del 15%, y donde en los ingresos son de los más bajos en los Estados Unidos, y el consumo de bebidas azucaradas y la obesidad son altos. El monto recaudado del impuesto pagará los tan necesarios centros de cuidado diurno infantil. “Así es como fue vendido,” dijo Popkin. “La recaudación ha sido del doble de lo que se esperaba. El tamaño de los centros de cuidado diurno ha sido duplicado y triplicado.”
La batalla por los impuestos al azúcar todavía no ha sido ganada en los Estados Unidos, afirmó Popkin. “La industria todavía lucha a capa y espada. Hemos alcanzado una coyuntura, sin embargo la industria todavía está luchando. Lucha desesperadamente en Filadelfia porque es una ciudad de ingresos bajos y de muy alto consumo. Las implicaciones son bastante profundas.”
La Asociación Americana del Corazón alabó el estudio y el impuesto al azúcar
Su directora general, Nancy Brown dijo: “Este estudio suma evidencia convincente que simplemente no puede ser ignorada”. Los residentes de Berkeley, que votaron a favor de un impuesto a las bebidas azucaradas en su comunidad, están viendo ahora los beneficios de una disminución importante en el consumo de bebidas azucaradas, y han incrementado de forma importante su consumo de agua, mientras que los consumidores están cambiando a bebidas más saludables.
“Adicionalmente, los pequeños negocios de Berkeley no han visto una caída en sus ventas totales. Este impacto positivo se magnifica por el hecho de que la recaudación del impuesto está siendo invertida en salud y bienestar por toda la ciudad.”
Sin embargo, la Asociación Americana de Bebidas dijo: “Este estudio reconoce que los impuestos no demuestran una reducción importante en los índices de obesidad. El impuesto que incrementa el precio de ciertas bebidas en más de 50% sólo conduce a una reducción de 6.4 calorías por día”.
“Las compañías de bebidas de los Estados Unidos saben que debemos participar en el mejoramiento de la salud pública, por lo cual estamos emprendiendo acciones agresivas para ayudar a las personas a reducir el azúcar y las calorías que obtienen de las bebidas.”
Fuente: theguardian.com
Fecha: 18 de abril de 2017
Por: Sarah Boseley
Nota: Instituto Nutrigenómica no se hace responsable de las opiniones expresadas en el presente artículo.