La obesidad casi siempre incrementa el riesgo de cáncer y empeora sus consecuencias, sin embargo, investigadores han hallado que los pacientes con sobrepeso que tienen cáncer renal avanzado tendrían una expectativa de vida significativamente mayor que aquellos con un peso normal o con bajo peso.
La esperanza de vida de los enfermos de cáncer renal y el sobrepeso
Tener un índice de masa corporal (IMC) elevado es un factor de riesgo bien conocido para el carcinoma renal de células claras, el tipo más común de cáncer de riñón. (El IMC es la proporción del peso en kilogramos dividido entre la altura en metros elevada al cuadrado.)
No obstante, paradójicamente, el estudio publicado en el Journal of Clinical Oncology, que involucró a miles de pacientes de cuatro bases de datos, demostró que cuando los individuos con sobrepeso desarrollaban cáncer renal — especialmente en su forma metastásica avanzada — la enfermedad progresaba más lentamente y estas personas vivían más tiempo que sus contrapartes con un peso normal.
En un cohorte de casi 2,000 pacientes, la media general de supervivencia de los pacientes con un alto IMC (con sobrepeso u obesos) era de 25.6 meses, en comparación con 17.1 meses para los pacientes con un bajo IMC. La tasa de mortalidad para los pacientes de cáncer con sobrepeso fue 16% menor durante el curso del estudio, el cual comenzó en 2003.
Los estudios que han analizado la relación
Los autores del informe, dirigidos por el reconocido autor Toni K. Choueiri, MD, Director del Centro Lank de Oncología Genitourinaria en el Instituto Dana-Farber, observó que investigaciones anteriores mostraban que el cáncer renal diagnosticado en pacientes obesos tenía características patológicas menos peligrosas, y que cuando era tratado con terapias especializadas, estos pacientes, aun cuando su enfermedad había progresado, tenían una mayores expectativa general de vida.
En el nuevo estudio, Choueiri y sus colegas, incluyendo al primer autor Laurence Albiges PhD, quien anteriormente fuera un científico invitado en el Instituto Dana-Farber, y ahora es Director de Oncología Médica GU del Instituto Gustave Roussy en Francia, confirmó estos hallazgos en cuatro bases de datos independientes, lo cual Choueiri dice que “lo hace un estudio muy sólido.”
El Consorcio Internacional de Bases de Datos de Carcinoma Celular Renal Metastásico (International Metastatic Renal Cell Carcinoma Database Consortium (IMDC)) proporcionó registros sobre 1,975 pacientes que habían recibido terapias especializadas. Sus alturas y pesos fueron registrados al inicio de la terapia. En un conjunto de validación, los científicos también analizaron datos recopilados sobre 4,657 pacientes tratados por cáncer renal en pruebas clínicas entre el 2003 y el 2013.
Otro conjunto de datos, del proyecto The Cancer Genome Atlas project, incluía información clínica y genómica sobre 324 pacientes con cáncer renal. La cuarta base de datos incluía muestras de tejido canceroso de 146 pacientes de cáncer renal tratados en el Instituto Dana-Farber y en otros hospitales afiliados a Harvard. Utilizando estas dos bases de datos, los investigadores buscaron diferencias moleculares entre los pacientes con altos y bajos IMC, que pudieran explicar por qué los tumores renales en pacientes obesos eran menos agresivos y respondían mejor al tratamiento.
La posible causa detrás del hallazgo: la sintasa de ácidos grasos (FASN)
El análisis del proyecto TCGA no reveló diferencias en el ADN de los tumores, como mutaciones genéticas, que pudieran ser responsables de la disparidad. Sin embargo, cuando los científicos analizaron la expresión génica — la velocidad a la cual la información genética era utilizada por la célula para elaborar proteínas — detectaron una diferencia. Se halló que la expresión de un gen llamada sintasa de ácidos grasos (FASN) era reducida en pacientes con un alto IMC, en comparación con pacientes con un peso normal. La FASN es la enzima clave para la lipogénesis — la producción de ácidos grasos de las células — y anteriormente, una sobre expresión de la FASN había sido hallada en muchos tipos de cáncer — tanto que la FASN ha sido denominada como un oncogén metabólico. La FASN ha sido asociada con un pronóstico poco alentador en varios tipos de cáncer, incluyendo el cáncer renal.
Puesto que la expresión de la FASN era menor o había sido “regulada,” en pacientes de cáncer renal con sobrepeso u obesos, eso podría explicar por qué a estos individuos les iba mejor que a aquellos con un peso normal y que tenían una mayor expresión génica de la FASN. Todavía se desconoce por qué la FASN se mantiene en un nivel bajo en pacientes con cáncer renal, sin embargo, los autores del estudio dicen que los resultados proporcionan una base para los experimentos que tienen como objetivo inhibir la expresión de la FASN en los pacientes con cáncer renal — independientemente de su IMC — en un esfuerzo por mejorar los resultados. Los inhibidores de FASN, incluyendo algunos derivados de productos naturales, han estado en desarrollo durante varios años y son considerados un enfoque promisorio para el tratamiento del cáncer.
“Tenemos planeado probar los inhibidores de la FASN en un modelo animal como una posible terapia para el cáncer de riñón,” dijo Choueiri.
Fecha: 6 de septiembre de 2016
Fuente: sciencedaily.com
Link: https://www.sciencedaily.com/releases/2016/09/160906085001.htm
Fuente original:
Materiales proporcionados por el Dana-Farber Cancer Institute. Nota: El contenido podría haber sido editado en estilo y extensión.
Referencia de la Publicación:
- Seisen, M. Sun, J. J. Leow, M. A. Preston, A. P. Cole, F. Gelpi-Hammerschmidt, N. Hanna, C. P. Meyer, A. S. Kibel, S. R. Lipsitz, P. L. Nguyen, J. Bellmunt, T. K. Choueiri, Q.-D. Trinh. Efficacy of High-Intensity Local Treatment for Metastatic Urothelial Carcinoma of the Bladder: A Propensity Score-Weighted Analysis From the National Cancer Data Base. Journal of Clinical Oncology, 2016; DOI: 10.1200/JCO.2016.66.7352
Nota: Instituto Nutrigenómica no se hace responsable de las opiniones expresadas en el presente artículo.