El consumo regular de bebidas azucaradas, pero no de refresco dietético, está asociado con un mayor riesgo de prediabetes y una mayor resistencia a la insulina, según un análisis epidemiológico de datos de 1,685 adultos americanos.
El estudio detrás de las bebidas azucaradas y la diabetes
Adultos americanos que consumían regularmente bebidas azucaradas (aproximadamente una lata de refresco al día) tenían un riesgo 46% mayor de desarrollar prediabetes en comparación con consumidores moderados o personas no consumidoras, a lo largo de un periodo de 14 años, de acuerdo con un nuevo análisis epidemiológico realizado por científicos del Centro para la Investigación de la Nutrición Humana en el Envejecimiento Jean Mayer de la USDA (HNRCA por sus siglas en inglés) en la universidad Tufts. Un mayor consumo de bebidas azucaradas también fue relacionado con una mayor resistencia a la insulina, un factor de riesgo para la diabetes tipo 2.
La relación con los refrescos dietéticos
No se halló relación entre el consumo de refresco de dieta y el riesgo de prediabetes o una mayor resistencia a la insulina. Sin embargo, el equipo de investigación recalca que estudios previos sobre vínculos entre el refresco dietético y el riesgo de diabetes tipo 2 han producido resultados mixtos, y se necesitan más estudios para revelar el impacto en la salud a largo plazo de las bebidas endulzadas artificialmente. Los hallazgos fueron publicados en el Journal of Nutrition el 9 de noviembre.
“Aunque nuestro estudio no puede establecer causalidad, nuestros resultados sugieren que el consumo elevado de bebidas azucaradas incrementa las probabilidades de desarrollar síntomas tempranos de diabetes tipo 2. Si no se hacen cambios al estilo de vida, los individuos con prediabetes se sitúan en el camino a desarrollar diabetes,” dijo la autora principal del estudio Nicola McKeown, Ph.D., científica del Programa de Epidemiología Nutricional del HNRCA del USDA.
“Nuestros hallazgos apoyan las recomendaciones para limitar el consumo de bebidas azucaradas, lo cual puede lograrse reemplazando dichas bebidas con alternativas más saludables como agua, o café o té sin azúcar,” añadió McKeown, quien también es profesora adjunta de la Escuela Friedman de Ciencias y Políticas de Nutrición en la Universidad Tufts. “Esta es una simple modificación alimenticia que podría ser sustancialmente beneficiosa para la salud de personas que consumen bebidas azucaradas diariamente y que presentan un riesgo mayor de padecer diabetes”.
En el estudio actual, McKeown y sus colegas analizaron datos longitudinales de 1,685 adultos de mediana edad durante un periodo de 14 años, obtenidos del cohorte Offspring del Estudio Framingham Heart Study — un programa financiado por el Instituto Nacional del Corazón, Pulmones y Sangre, que ha dado seguimiento al estilo de vida y características clínicas que contribuyen a enfermedades cardiovasculares en múltiples generaciones. Los participantes elegidos no tenían diabetes o prediabetes durante una examinación de base inicial y ellos mismos registraban sus hábitos de consumo de bebidas azucaradas y refresco dietético a largo plazo, a través de cuestionarios de frecuencia de consumo de alimentos. Las bebidas azucaradas fueron definidas como refrescos de cola y otras bebidas carbonatadas, y bebidas de frutas no carbonatadas como las limonadas y los ponches de fruta. El jugo de fruta no fue incluido en la categoría de bebidas azucaradas.
Las conclusiones del estudio
El equipo halló que las personas que bebían las cantidades más elevadas de bebidas azucaradas — una mediana de seis raciones de 12 onzas a la semana — tenían un riesgo muchísimo más alto de desarrollar prediabetes en comparación con consumidores moderados o personas no consumidoras, después de hacer un ajuste por factores como la edad, el sexo y el índice de masa corporal. Los mayores consumidores de bebidas azucaradas tenían puntuaciones aproximadamente 8% mayores en la resistencia a la insulina, en comparación con consumidores moderados o personas no consumidoras después de un seguimiento realizado a los siete años. Incluso después de tomar en cuenta el cambio en el peso y otros aspectos de la dieta, persistían las relaciones entre las bebidas azucaradas y estos factores metabólicos de riesgo para la diabetes.
El consumo de refrescos dietéticos — definidos como bebidas de cola bajas en calorías u otras bebidas carbonatadas bajas en calorías — no tenía relación estadística con el riesgo tanto de prediabetes como de resistencia a la insulina. Sin embargo, una investigación previa sobre la relación entre el refresco dietético y la diabetes tipo 2 ha sido mezclada, y sigue siendo poco claro si alguna de las relaciones observadas se debe a factores directos o indirectos. Se necesitan más investigaciones para determinar si hay riesgos reales para la salud con el consumo de refrescos de dieta a largo plazo, dicen los autores del estudio. Además, los autores advierten que a pesar de realizar ajustes para múltiples factores, el factor de confusión no puede ser descartado debido a la naturaleza observacional del estudio. Los participantes que fueron analizados en el estudio eran mayormente de mediana edad y caucásicos, con más posibilidades de ser mujeres, tenían un índice de masa corporal y circunferencia abdominal bajos, lo que podría limitar la generalización de los hallazgos.
Un número importante de investigaciones ha encontrado relaciones entre el consumo regular de bebidas azucaradas y un mayor riesgo de diabetes tipo 2. Los nuevos hallazgos ahora proporcionan evidencia de una relación con el mayor predictor de diabetes tipo 2. Si se diagnostica de forma temprana, la prediabetes es reversible mediante cambios en el estilo de vida como la dieta y el ejercicio.
Necesidad de mayor investigación para establecer la causalidad
“Con base solamente en nuestro estudio observacional, no tenemos certeza de por qué vimos las relaciones que vimos. Se necesitan estudios adicionales para entender completamente el impacto en la salud de las bebidas azucaradas y los refrescos dietéticos,” dijo el autor líder del estudio Jiantao Ma, Ph.D., quien realizó el análisis como parte de su tesis doctoral como estudiante del Programa de Epidemiología de la Nutrición en el HNRCA del USDA, de la Friedman School.
“No obstante, nuestros datos son consistentes con muchos otros estudios y pruebas clínicas que apoyan los beneficios a la salud de reducir el consumo de azúcar, y nosotros le recomendamos el público buscar opciones más saludables,” agregó Ma, quien actualmente es investigador de posdoctorado en el Instituto Nacional del Corazón, Pulmones y Sangre de los National Institutes of Health.
Fuente: sciencedaily.com
Fecha: 9 de noviembre de 2016
Link: https://www.sciencedaily.com/releases/2016/11/161109140706.htm
Fuente de la historia:
Materiales proporcionados por la Universidad Tufts. Nota: el contenido podría haber sido editado en estilo y extensión.
Referencia de la Publicación:
Ma et al. Sugar-Sweetened Beverage but Not Diet Soda Consumption Is Positively Associated with Progression of Insulin Resistance and Prediabetes. J. Nutrition, 2016; 146:1-7 DOI: 10.3945/jn.116.234047
Nota: Instituto Nutrigenómica no se hace responsable de las opiniones expresadas en el presente artículo.