Comer en una ventana de 10 horas puede anular defectos genéticos causantes de enfermedades y mejorar la salud.
Un grupo de científicos halló que los ratones que carecen de los relojes biológicos que se creían necesarios para un metabolismo saludable, todavía podrían estar protegidos contra la obesidad y las enfermedades metabólicas mediante la restricción del acceso diario a comida durante una ventana de 10 horas.
Un grupo de científicos del Instituto Salk halló que los ratones que carecen de los relojes biológicos que se creían necesarios para un metabolismo saludable, todavía podrían estar protegidos contra la obesidad y las enfermedades metabólicas mediante la restricción del acceso diario a comida durante una ventana de 10 horas.
El trabajo, que apareció en la publicación Cell Metabolism el 30 de agosto de 2018, sugiere que los problemas de salud relacionados con trastornos en los ritmos de actividad y descanso de 24 horas de los animales –los cuales en humanos están relacionados con comer la mayor parte del día o hacer trabajo por turnos– pueden ser corregidos consumiendo todas las calorías dentro de una ventana de 10 horas.
“Para muchos de nosotros, el día comienza con una taza de café a primera hora de la mañana y termina con un refrigerio para ir a dormir 14 o 15 horas después,” dice Satchidananda Panda, profesor en el laboratorio de Biología Regulatoria del Instituto Salk, y autor asesor del nuevo trabajo. “Sin embargo, restringir el consumo de alimentos a un periodo de 10 horas al día, y ayunar el resto, puede conducir a una mejor salud, independientemente de nuestro reloj biológico.”
El ciclo circadiano
Cada célula en el cuerpo de los mamíferos funciona en un ciclo de 24 horas conocido como el ritmo circadiano –ciclos celulares que gobiernan cuándo varios genes están activos.
Por ejemplo, en los humanos, los genes para la digestión están más activos temprano en el día, mientras que los genes para la reparación celular están más activos en la noche. Previamente, el laboratorio de Panda descubrió que los ratones a los que se permitía acceso las 24 horas a una dieta alta en grasas, se pusieron obesos y desarrollaron una serie de enfermedades metabólicas, incluyendo colesterol alto, hígado graso y diabetes. Sin embargo, estos mismos ratones, al restringírseles la dieta alta en grasas a una ventana diaria de 8 a 10 horas, se pusieron magros, en forma y saludables.
El laboratorio atribuyó los beneficios de salud a mantener a los ratones en mejor sintonía con sus relojes celulares — por ejemplo, consumiendo la mayor parte de las calorías cuando los genes para la digestión estaban más activos.
El estudio
En el estudio actual, el equipo se puso como objetivo comprender mejor el rol de los ritmos circadianos en las enfermedades metabólicas, desactivando los genes responsables de mantener el reloj biológico de los ratones, incluyendo los del hígado, los cuales regulan muchas funciones metabólicas. Los defectos genéticos en estos ratones sin reloj les hacen proclives a la obesidad, la diabetes, la esteatosis hepática y un nivel elevado de colesterol en la sangre. Estas enfermedades se hacen más graves cuando se permite a los animales comer alimentos con grasas y azúcares.
Para probar si la alimentación con tiempo restringido podría beneficiar a estos ratones “sin reloj,” el equipo de Panda los puso en uno de dos regímenes alimenticios altos en grasa: un grupo tenía acceso a alimentos a cualquier hora, y el otro tenía acceso al mismo número de calorías sólo durante una ventana de 10 horas. Como lo esperaba el equipo, el grupo que podía comer a cualquier hora se puso obeso y desarrolló enfermedades metabólicas. Sin embargo, el grupo que comía el mismo número de calorías en una ventana de 10 horas permaneció magro y saludable — a pesar de no tener un “reloj biológico” interno, y por lo tanto, estar programado genéticamente para estar mórbidamente enfermo. Esto les dijo a los investigadores que los beneficios de salud de una ventana de 10 horas no eran sólo debidos a restringir la alimentación a horas cuando los genes para la digestión estaban más activos.
“A partir del estudio anterior, hemos tenido la impresión de que el reloj biológico estaba sincronizando internamente el proceso de activación y desactivación de los genes del metabolismo en momentos predeterminados,” dice Amandine Chaix, científica del instituto Salk, y primera autora del estudio. “Y aunque eso podría seguir siendo cierto, este trabajo sugiere que controlando los ciclos de alimentación y ayuno de los animales, básicamente podemos anular la falta de un sistema interno de sincronización con un sistema de sincronización externo.”
De acuerdo con los investigadores, el nuevo trabajo sugiere que el rol principal de los relojes circadianos podría decirle al animal cuándo comer y cuándo alejarse de la comida.
Esta sincronización interna sacude un equilibrio entre una nutrición suficiente durante el estado de alimentación y una reparación o rejuvenecimiento necesarias durante el ayuno. Cuando este reloj circadiano es trastornado, como cuando los humanos hacen trabajo por turnos, o cuando es desestabilizado debido a defectos genéticos, el equilibro entre nutrición y rejuvenecimiento se descompone y las enfermedades hacen su entrada.
A medida que envejecemos, nuestros relojes circadianos se debilitan. Esta deterioración dependiente de la edad del reloj circadiano corre en paralelo con un mayor riesgo de enfermedades metabólicas, enfermedades cardíacas, cáncer y demencia.
Sin embargo, las buenas noticias, dicen los investigadores, son que un estilo de vida sencillo como comer todos los alimentos dentro de un período de 10 horas, puede restablecer el balance, evitar las enfermedades metabólicas y mantener la salud. “Muchos de nosotros podríamos tener uno o más genes defectuosos causantes de enfermedades que nos hacen sentir indefensos y destinados estar enfermos. El hallazgo de que un buen estilo de vida puede vencer los efectos nocivos de los genes defectuosos abre una nueva puerta para mantenerse saludable,” dice Panda.
El futuro
Ahora, el laboratorio piensa estudiar si comer dentro de una ventana de 8 a 10 horas puede evitar o revertir muchas enfermedades del envejecimiento, así como analizar la manera en que el estudio actual podría aplicar a los humanos. Su sitio web, mycircadianclock.org, les permite a las personas en cualquier parte del mundo inscribirse para estudios, descargar una aplicación y obtener orientación sobre cómo adoptar un ciclo diario alimentación-ayuno óptimo. Al obtener diariamente datos del estatus de alimentación y salud de miles de personas, el laboratorio espera obtener una mejor comprensión de la forma en que un ciclo diario alimentación-ayuno mantiene la salud.
Fecha: 31 de agosto de 2018
Fuente: Instituto Salk
Link: https://www.sciencedaily.com/releases/2018/08/180831130131.htm
Fuente original de la historia:
Materiales proporcionados por el Instituto Salk. Nota: el contenido podría haber sido editado en estilo y extensión.
Referencia de la publicación:
Amandine Chaix, Terry Lin, Hiep D. Le, Max W. Chang, Satchidananda Panda. Time-Restricted Feeding Prevents Obesity and Metabolic Syndrome in Mice Lacking a Circadian Clock (Una alimentación restringida a un periodo de tiempo previene la obesidad y el síndrome metabólico en ratones que carecen de un reloj circadiano). Cell Metabolism, 2018; DOI: 10.1016/j.cmet.2018.08.004
Nota: Instituto Nutrigenómica no se hace responsable de las opiniones expresadas en el presente artículo.