Un nuevo estudio revela la manera en que un compuesto que se encuentra en las alcaparras regula las proteínas que controlan procesos corporales importantes
Se ha demostrado que un compuesto que se encuentra comúnmente en las alcaparras en conserva activa las proteínas necesarias para la actividad normal del cerebro y el corazón humanos, e incluso podría conducir a futuras terapias para el tratamiento de la epilepsia y los ritmos cardíacos anormales.
La quercetina
Investigadores de la Facultad de Medicina de Irvine de la Universidad de California, descubrieron que un compuesto llamado quercetina, que se encuentra comúnmente en las alcaparras, puede regular directamente las proteínas necesarias para los procesos corporales como los latidos del corazón, el pensamiento, la contracción muscular y el funcionamiento normal de la tiroides, el páncreas y el tracto gastrointestinal.
Publicado en Communications Biology, el descubrimiento fue realizado por el laboratorio de Geoffrey Abbott, PhD, profesor del Departamento de Fisiología y Biofísica de la Facultad de Medicina Irvine de la Universidad de California. Kaitlyn Redford, una estudiante de posgrado que trabaja en el Laboratorio de Abbott, fue la primera autora del estudio titulado: “El omnipresente flavonoide quercetina es un activador atípico del canal de potasio KCNQ”.
El Laboratorio de Abbott descubrió que la quercetina, un bioflavonoide derivado de plantas, modula los canales de iones de potasio en la familia de genes KCNQ. Estos canales tienen una gran influencia en la salud humana, y un mal funcionamiento de estos se relaciona con varias enfermedades humanas comunes, como la diabetes, la arritmia cardíaca y la epilepsia.
Nuevos hallazgos
El estudio reveló que la quercetina modula los canales de KCNQ al regular directamente la manera en que perciben la actividad eléctrica en la célula, lo que sugiere un mecanismo previamente inesperado para las propiedades terapéuticas de las alcaparras. El mecanismo puede extenderse a otros alimentos ricos en quercetina en nuestra dieta y suplementos nutricionales a base de quercetina.
“Ahora que entendemos la manera en que la quercetina controla los canales KCNQ”, dijo Abbott, “se pueden realizar futuros estudios de química médica para crear y optimizar pequeñas moléculas relacionadas con la quercetina para uso potencial como fármacos terapéuticos”.
El laboratorio de Abbott analizó extractos de plantas para intentar encontrar la capacidad de alterar la actividad de los canales KCNQ y descubrió que el uno por ciento del extracto de alcaparras en conserva activaba los canales importantes para la actividad normal del cerebro y el corazón humano. Otros estudios revelaron el mecanismo molecular subyacente: la quercetina del extracto de alcaparra se une a una región del canal KCNQ requerida para responder a la actividad eléctrica, y al hacerlo, engaña al canal para que se abra cuando normalmente estaría cerrado.
“Aumentar la actividad de los canales KCNQ en diferentes partes del cuerpo es potencialmente muy beneficioso”, dijo Abbott. “Se han usado medicamentos sintéticos que hacen esto para tratar la epilepsia y son prometedores para prevenir ritmos cardíacos anormales”.
Las alcaparras
La evidencia arqueológica del consumo humano de alcaparras se remonta a unos 10,000 años, según los hallazgos arqueológicos de los depósitos del suelo mesolítico en Siria y en viviendas en cuevas de la Edad de Piedra en Grecia e Israel. Las alcaparras se han utilizado tradicionalmente como medicina popular durante cientos, si no es que miles de años, y actualmente se usan o estudian por su potencial como elementos que podrían combatir el cáncer, la diabetes y la inflamación, y sus posibles beneficios circulatorios y gastrointestinales.
Este estudio fue auspiciado por los Institutos Nacionales de Salud, el Instituto Nacional de Ciencias Médicas Generales y el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares.
Link: https://www.sciencedaily.com/releases/2020/07/200713144415.htm
Fecha: 13 de julio de 2020
Fuente: Universidad de California – Irvine
Fuente de la historia:
Materiales proporcionados por la Universidad de California – Irvine. Nota: El contenido podría haber sido editado en estilo y extensión.
Referencia de la publicación:
Kaitlyn E. Redford, Geoffrey W. Abbott. The ubiquitous flavonoid quercetin is an atypical KCNQ potassium channel activator. Communications Biology, 2020; 3 (1) DOI: 10.1038/s42003-020-1089-8
Nota: Instituto Nutrigenómica no se hace responsable de las opiniones expresadas en el presente artículo.