Un nuevo estudio sugiere una fuerte correlación entre la dieta MIND y la dieta mediterránea, y la aparición tardía del mal de Parkinson. Si bien los investigadores conocen desde hace mucho los efectos neuroprotectores de la dieta MIND para enfermedades como el Alzheimer y la demencia, este estudio es el primero en sugerir un vínculo entre esta dieta y la salud del cerebro para el mal de Parkinson.
Un nuevo estudio de investigadores de la Universidad de Columbia Británica sugiere una fuerte correlación entre la dieta MIND y la dieta mediterránea, y la aparición tardía del mal de Parkinson. Si bien los investigadores conocen desde hace mucho los efectos neuroprotectores de la dieta MIND para enfermedades como el Alzheimer y la demencia, este estudio es el primero en sugerir un vínculo entre esta dieta y la salud del cerebro para el mal de Parkinson.
La dieta MIND combina aspectos de dos dietas muy populares, la dieta mediterránea y la dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension [Métodos Alimenticios para Detener la Hipertensión]).
El estudio
“El estudio muestra que las personas con mal de Parkinson presentan una edad de inicio significativamente más tardía si su patrón de alimentación se alinea estrechamente con la dieta de tipo mediterráneo. La diferencia mostrada en el estudio fue de hasta 17 años después en mujeres y ocho años después en hombres”, dijo la Dra. Silke Appel-Cresswell del Centro Pacific para la Investigación del Parkinson, el Centro Djavad Mowafaghian para la Salud Cerebral y la División de Neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Columbia Británica. “No existen medicamentos para prevenir o retrasar el mal de Parkinson, pero somos optimistas con el hecho de que esta nueva evidencia sugiere que la nutrición podría retrasar la aparición de la enfermedad”.
En un estudio de 176 participantes, los investigadores analizaron el nivel de disciplina con que se hacía este tipo de dietas, las cuales se caracterizan por un consumo reducido de carne y un énfasis en el consumo de verduras, frutas, cereales integrales y grasas saludables; y la edad de aparición del mal de Parkinson.
Los hallazgos
Hallaron que el cumplimiento estricto de estas dietas coincidía con la aparición tardía del mal de Parkinson en mujeres en hasta 17,4 años y en hasta 8,4 años en hombres.
La dieta MIND tenía un impacto más importante en la salud de las mujeres, mientras que la dieta mediterránea lo tenía en los hombres. Las diferencias en estas dos dietas son sutiles, pero podrían servir como pistas sobre los impactos que determinados alimentos y micronutrientes pueden tener en la salud del cerebro.
Los diferentes efectos del nivel de disciplina con que se hace la dieta entre sexos son dignos de mención, ya que aproximadamente el 60 por ciento de las personas diagnosticadas con mal de Parkinson son hombres.
El futuro
“Si entendemos las diferencias para cada sexo entre la dieta MIND y la dieta mediterránea, entonces podríamos entender mejor las diferencias para cada sexo que provocan el mal de Parkinson en primer lugar”, dijo la investigadora principal Avril Metcalfe-Roach, estudiante de doctorado que colabora en los laboratorios Michael Smith de la Universidad de Columbia Británica.
Estos hallazgos son un trampolín a otras preguntas de investigación que podrían tener un impacto significativo en la comprensión del mal de Parkinson.
“Impulsa la idea de la conexión entre el intestino y el cerebro para esta enfermedad”, dijo el Dr. Brett Finlay, profesor de los departamentos de bioquímica y biología molecular, y microbiología e inmunología de la Universidad de Columbia Británica. “También muestra que una alimentación saludable no tiene efecto solo en una enfermedad, sino en varias de estas enfermedades cognitivas”.
El equipo de investigación planea examinar más a fondo la posible conexión entre el microbioma y su efecto en el cerebro.
“Comer de manera saludable proporciona muchos beneficios”, dijo Metcalfe-Roach. “Lo mejor para todos es tratar de mantener un microbioma saludable, probar y comer una rica variedad de alimentos vegetales y otros alimentos saludables. Este estudio proporciona aun más evidencia de lo que ya sabemos: que deberíamos intentar comer sano y cuidarnos”.
Link: https://www.sciencedaily.com/releases/2021/01/210113144512.htm
Fecha: 13 de enero de 2021
Fuente: Universidad de Columbia Británica (UBC)
Fuente de la historia:
Materiales proporcionados por la Universidad de Columbia Británica. Nota: El contenido podría haber sido editado en estilo y extensión.
Referencia de la publicación:
Avril Metcalfe‐Roach, Adam C. Yu, Ella Golz, Mihai Cirstea, Kristen Sundvick, Daniel Kliger, Liam H. Foulger, Melissa Mackenzie, B. Brett Finlay, Silke Appel‐Cresswell. MIND and Mediterranean Diets Associated with Later Onset of Parkinson’s Disease. Movement Disorders, 2021; DOI: 10.1002/mds.28464
Nota: Instituto Nutrigenómica no se hace responsable de las opiniones expresadas en el presente artículo.