Durante años, los científicos han sabido que una persona delgada puede, no obstante, padecer diabetes. Al mismo tiempo, una persona obesa puede estar sorpresivamente saludable. En la actualidad, nuevas investigaciones apuntan hacia una respuesta a ese acertijo. La acumulación de una clase tóxica de metabolitos grasos, conocidos como ceramidas, puede incrementar el riego de diabetes tipo 2.
La investigación detrás de la paradoja: las ceramidas.
Actualmente, una nueva investigación dirigida por científicos de la Facultad de Salud de la Universidad de Utah, y llevada a cabo con un equipo internacional de científicos, apunta a una respuesta a ese acertijo: la acumulación de una clase tóxica de metabolitos grasos, conocidos como ceramidas, podría hacer a las personas más propensas a la diabetes tipo 2.
En Singapur, los niveles de ceramidas de los pacientes que se someten a cirugía de bypass gástrico, predecían mejor que la obesidad, quién tenía diabetes. A pesar de que todos los pacientes estaban obesos, los que no tenían diabetes tipo 2 presentaban menos ceramidas en sus tejidos adiposos que aquellos diagnosticados con el padecimiento.
“Las ceramidas tienen un impacto en la forma en que el cuerpo administra los nutrientes,” dice el autor principal del estudio Scott Summers, Ph.D., también presidente del Departamento de Nutrición y Fisiología Integrativa de la Universidad de Utah. “Estas afectan la forma en que el cuerpo responde a la insulina, y también la manera en la que quema calorías.”
El papel de las ceramidas y el tejido graso
En el estudio, publicado el 3 de noviembre en la versión en línea de Cell Metabolism, los investigadores también mostraron que una acumulación de ceramidas previene el funcionamiento normal del tejido graso (adiposo) en ratones.
Cuando las personas comen en exceso, producen un excedente de ácidos grasos. Estos pueden ser almacenados en el cuerpo como triglicéridos o quemados para obtener energía. Sin embargo, en algunas personas los ácidos grasos se transforman en ceramidas.
“Es como un punto de inflexión,” dijo Summers.
En ese punto, cuando las ceramidas se acumulan, el tejido adiposo deja de funcionar apropiadamente y las grasas se reparten en las venas y arterias o el corazón y dañan a otros tejidos periféricos. Hasta ahora, los científicos no sabían cómo las ceramidas dañaban al cuerpo.
La acumulación de ceramidas en humanos y ratones.
El proyecto de tres años encontró que añadir ceramidas en exceso a las células grasas humanas, o de ratones, causaba que dejaran de responder a la insulina y que su capacidad para quemar calorías se viera afectada. Los ratones también eran más susceptibles tanto a la diabetes como a la esteatosis hepática.
Por el contrario, también encontraron que los ratones con menos ceramidas en su tejido adiposo estaban protegidos contra la resistencia a la insulina, la cual es una primera señal de diabetes. A través de la ingeniería genética, los investigadores removieron el gen que convierte las grasas saturadas en ceramidas.
Los hallazgos indican que niveles altos de ceramidas pueden incrementar el riesgo de diabetes y niveles bajos de estas pueden servir de protección contra la enfermedad.
El efecto de la acumulación de ceramidas en humanos no obesos
Los científicos piensan que esto podría significar que algunas personas son más propensas a convertir las calorías en ceramidas que otras. “Eso sugiere que algunas personas delgadas padecerán diabetes o esteatosis hepática si algo como la genética detona la acumulación de ceramidas,” dijo Bhagirath Chaurasia, Ph.D., profesora auxiliar de la Universidad de Utah y autora principal del estudio.
Buscando el gen causante
Como resultado de la nueva investigación, ahora los científicos están buscando mutaciones genéticas que causen la predisposición de las personas para acumular ceramidas, desarrollando obesidad y diabetes tipo 2.
Summers comenta que algunos países asiáticos tienen una tasa de diabetes mayor que la de los Estados Unidos a pesar de que la tasa de obesidad es relativamente baja. “Algunas personas no están hechas para procesar la grasa de sus dietas,” dice Summers. “No sólo se trata de cuanto comes, porque algunas personas pueden comer mucho y almacenar toda la grasa de manera efectiva permaneciendo saludables.”
Existen tres tipos de tejido adiposo. El tejido adiposo blanco que es considerado como la clase “mala”, ya que predominantemente almacena grasa. El tejido adiposo marrón quema grasa para generar calor. El tejido adiposo color beige es una variedad de grasa blanca que puede transformarse en marrón cuando el cuerpo necesita producir calor o generar energía.
Con base en su investigación, los científicos sugieren que a medida que las ceramidas se acumulan, el tejido pierde las características de la grasa marrón, tornándose claramente más blanca. Esto detona una secuencia de eventos que puede conducir a enfermedades.
Anteriormente, Summers publicó una investigación en el 2007 en la que probaba que la inhibición de la síntesis de ceramidas en roedores prevenía el desarrollo de esteatosis hepática y diabetes. En la actualidad se encuentra trabajando en el desarrollo de fármacos para tratar ese problema.
“Al bloquear la producción de ceramidas, podríamos prevenir el desarrollo de la diabetes tipo 2 y otros padecimientos metabólicos, por lo menos en algunas personas,” dijo Chaurasia. Conocer cuán problemática es la acumulación de ceramidas dentro del tejido adiposo ayudará a los investigadores a concentrarse en ese problema específico.
Fuente: sciencedaily.com
Fecha: 3 de noviembre de 2016
Link: https://www.sciencedaily.com/releases/2016/11/161103122227.htm
Fuente original:
Materiales proporcionados por la Universidad de Ciencias de la Salud de Utah. Nota: el contenido podría haber sido editado en estilo y extensión.
Referencia de la Publicación:
Bhagirath Chaurasia, Vincent Andre Kaddai, Graeme Iain Lancaster, Darren C. Henstridge, Sandhya Sriram, Dwight Lark Anolin Galam, Venkatesh Gopalan, K.N. Bhanu Prakash, S. Sendhil Velan, Sarada Bulchand, Teh Jing Tsong, Mei Wang, Monowarul Mobin Siddique, Guan Yuguang, Kristmundur Sigmundsson, Natalie A. Mellet, Jacquelyn M. Weir, Peter J. Meikle, M. Shabeer Bin M. Yassin, Asim Shabbir, James A. Shayman, Yoshio Hirabayashi, Sue-Anne Toh Ee Shiow, Shigeki Sugii, Scott A. Summers. Adipocyte Ceramides Regulate Subcutaneous Adipose Browning, Inflammation, and Metabolism. Cell Metabolism, 2016; DOI: 10.1016/j.cmet.2016.10.002
Nota: Instituto Nutrigenómica no se hace responsable de las opiniones expresadas en el presente artículo.