Demasiado azúcar no es saludable, eso ya lo sabemos, pero no se debe sólo a las calorías excesivas. Incluso cantidades moderadas de fructosa y sacarosa agregada duplican la propia producción de grasa del cuerpo en el hígado, según han demostrado los investigadores. A largo plazo, esto contribuye al desarrollo de diabetes o hígado graso.
El azúcar se agrega a muchos alimentos comunes y las personas en Suiza consumen más de 100 gramos de este dulce alimento todos los días. El alto contenido calórico del azúcar provoca sobrepeso y obesidad y enfermedades relacionadas con estas. ¿Tiene el exceso de azúcar otros efectos nocivos si se consume con regularidad? Y si es así, ¿qué tipos de azúcar en particular?
Incluso cantidades moderadas de azúcar aumentan la síntesis de grasas
Investigadores de la Universidad de Zúrich (UZH) y el Hospital Universitario de Zúrich (USZ) han estado investigando estos temas. En comparación con estudios anteriores, que analizaron principalmente el consumo de cantidades muy altas de azúcar, sus resultados muestran que incluso cantidades moderadas condujeron a un cambio en el metabolismo de los participantes de la prueba. “Ochenta gramos de azúcar al día, lo que equivale a aproximadamente 0,8 litros de una soda normal, aumentan la producción de grasa en el hígado. Y la sobreproducción de grasa continúa durante un período de tiempo más largo, aun cuando ya no se consuma más azúcar”, dijo el líder del estudio, Philipp Gerber, miembro del Departamento de Endocrinología, Estudio de la Diabetes y Nutrición Clínica.
Noventa y cuatro hombres jóvenes saludables participaron en el estudio. Todos los días durante un período de siete semanas, consumieron una bebida endulzada con diferentes tipos de azúcar, mientras que el grupo de control, no lo hizo. Las bebidas contenían fructosa, glucosa o sacarosa (azúcar de mesa que es una combinación de fructosa y glucosa). Luego, los investigadores utilizaron marcadores (sustancias etiquetadas que pueden rastrearse a medida que se mueven por el cuerpo) para analizar el efecto de las bebidas azucaradas en el metabolismo de los lípidos.
Doble producción de grasa de la fructosa y la sacarosa más allá del consumo de alimentos
En general, los participantes no consumieron más calorías de las que consumían antes del estudio, ya que las bebidas azucaradas aumentaban la saciedad, y por lo tanto, reducían el consumo de calorías de otras fuentes. Sin embargo, los investigadores observaron que la fructosa tenía un efecto negativo: “La producción de grasa del propio cuerpo en el hígado fue dos veces más alta en el grupo de fructosa que en el grupo de glucosa o en el grupo de control, y esto se sostenía durante más de doce horas después de la última comida o último consumo de azúcar”, dijo Gerber. Resultó ser particularmente sorprendente el hecho de que el azúcar que consumimos con más frecuencia, la sacarosa, aumenta la síntesis de grasas un poco más que la misma cantidad de fructosa. Hasta ahora, se pensaba que la fructosa tenía más facilidad de causar tales cambios.
Es más probable el desarrollo de hígado graso o diabetes
El aumento de la producción de grasa en el hígado es un primer paso sustancial en el desarrollo de enfermedades comunes como el hígado graso y la diabetes tipo 2. Desde el punto de vista de la salud, la Organización Mundial de la Salud recomienda limitar el consumo diario de azúcar a unos 50 gramos o, mejor aun, a 25 gramos. “Sin embargo, en Suiza estamos muy lejos de esa marca”, dijo Philipp Gerber. “Nuestros resultados son un paso fundamental en la investigación de los efectos nocivos de los azúcares añadidos y serán muy importantes para las recomendaciones nutricionales futuras”.
Link: https://www.sciencedaily.com/releases/2021/03/210316100709.htm
Fecha: 16 de marzo de 2021
Fuente: Universidad de Zúrich
Fuente de la historia:
Materiales proporcionados por la Universidad de Zúrich. Nota: El contenido podría haber sido editado en estilo y extensión.
Referencia de la publicación:
Bettina Geidl-Flueck, Michel Hochuli, Ágota Németh, Anita Eberl, Nina Derron, Harald C. Köfeler, Luc Tappy, Kaspar Berneis, Giatgen A. Spinas, Philipp A. Gerber. Fructose- and sucrose- but not glucose-sweetened beverages promote hepatic de novo lipogenesis: A randomized controlled trial. Journal of Hepatology, 2021; DOI: 10.1016/j.jhep.2021.02.027
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