Un nutricionista del Sistema Médico de la Universidad de Maryland agrega regularmente una publicación al blog the Picture of Health. La publicación más reciente es de la residente de nutrición Danielle Felber.
Todos tenemos un amigo que puede comer lo que sea sin subir un kilo. Mientras tanto, tú picas heroicamente tu ensalada para poder volverte a poner esos vaqueros que ya no te vienen. No culpes a los vaqueros, culpa a tus genes. Sí, podría “ser de familia” pero no tiene que quedarse en la familia si sabes comer para tus genes.
Aunque todos somos genéticamente únicos, las recomendaciones de nutrición, a menudo son generalizadas.
Sin embargo, una nueva ciencia creciente llamada Genómica Nutricional está ayudando a las personas a entender cómo comer con base en su constitución genética.
La Genómica Nutricional incluye tanto a la Nutrigenética como a la Nutrigenómica.
La Nutrigenética estudia cómo las diferencias en nuestros genes tienen un impacto en la cantidad nutrientes que nuestro cuerpo necesita para funcionar adecuadamente y cómo nuestros cuerpos reaccionan a ciertas dietas.
Por ejemplo, algunas personas podrían beneficiarse de mayores cantidades de ciertas vitaminas mientras que otros podrían beneficiarse de menos cantidad de estas. Digamos que tú y tu mejor amigo tienen bajos niveles de vitamina D. Compráis el mismo suplemento recomendado para incrementar vuestros niveles. Un mes después tu amigo está feliz de comunicar que ya tiene niveles normales de vitamina D. Mientras tanto, tu nivel se ha incrementado, pero todavía está dentro de la categoría de niveles bajos. ¿Qué pasa entonces? Resulta que tú tienes la versión de un gen que le hace más difícil a tu cuerpo absorber vitamina D. Esto significa que podría ser que tengas que tomar el doble de vitamina D para que tu cuerpo funcione óptimamente.
En cuanto a la manera en que nuestros cuerpos reaccionan a ciertas dietas, un meta análisis publicado en el American Journal of Clinical Nutrition reveló que una versión del gen FTO puede predisponer a los individuos a la obesidad, y también alterar la respuesta de ese individuo a las intervenciones nutricionales y deportivas. Esto significa que las personas con este gen podrían subir de peso más fácilmente que otras, pero serían capaces de perder peso más fácilmente cuando mejoran su dieta e incrementan su actividad física.
Lo que es bueno para la dieta una persona no siempre es bueno para la de otros. Esto es a lo que mí me gusta llamar un enfoque “dentro hacia fuera.” Las diferencias dentro de nosotros influyen en lo que deberíamos introducir a nuestros cuerpos.
La Nutrigenómica es un enfoque de “fuera hacia dentro” que estudia cómo las vitaminas, minerales y otros compuestos que consumimos en los alimentos tienen un impacto en nuestros genes.
Aunque los genes por sí mismos son permanentes, podemos alterar el grado en el cual son expresados. Aunque esto podría sonar complicado, puedes ver a tus genes como un interruptor eléctrico – pueden “activarse” o “desactivarse” mediante lo que ponemos dentro de nuestro cuerpo. Algunas cosas podrían “desactivar” genes que fomentan el crecimiento del cáncer o de las enfermedades, o “activar” genes que combaten estos padecimientos.
Por ejemplo, el Centro Chino de Investigación en Biología Molecular ha mostrado que las antocianinas, un fitoquímico que les da a las moras sus colores rojo/azul, impide que un importante gen que lucha contra el cáncer sea “desactivado” en las células cancerígenas orales. Este es tan sólo uno de los muchos hallazgos que indican que los fitoquímicos podrían ayudar a prevenir el desarrollo de cáncer a través de la regulación de los genes.
Los científicos están trabajando para hallar estas conexiones entre genes y nutrientes para todos los tipos de enfermedades, cáncer y obesidad. Saber más de estas conexiones ayudará a los profesionales a ofrecer recomendaciones personalizadas de nutrición. Hasta que las pruebas genéticas personalizadas estén fácilmente disponibles para todos, la mejor defensa de una persona es “comer del arco iris,” o una variedad de frutas y vegetales coloridos para consumir diferentes fitoquímicos. También, hay que intentar evitar alimentos fritos, carnes procesadas, y bebidas azucaradas, los cuales reducen la capacidad del cuerpo para combatir enfermedades.
baltimoresun.com
Fecha: 23 de abril de 2017
Por: Danielle Felber
Link: http://www.baltimoresun.com/health/blog/bs-fo-nutrition-genes-20170423-story.html
Nota: Instituto Nutrigenómica no se hace responsable de las opiniones expresadas en el presente artículo.