Últimamente se habla mucho de los hongos debido a sus muchos beneficios para la salud. No solo reducen el riesgo de cáncer y muerte prematura, sino que una nueva investigación dirigida por la facultad de medicina de la Universidad Penn State, también revela que este súper alimento puede traer beneficios a la salud mental de una persona.
El estudio
Los investigadores de la Universidad Penn State utilizaron datos sobre la dieta y la salud mental de más de 24,000 adultos estadounidenses, recopilados entre 2005 y 2016.
Los hallazgos
Hallaron que las personas que comían hongos tenían menos probabilidades de padecer depresión.
Según los investigadores, los hongos contienen ergotioneína, un antioxidante que puede proteger a las células y los tejidos del cuerpo. Los estudios han demostrado que los antioxidantes ayudan a prevenir varias enfermedades mentales, como la esquizofrenia, el trastorno bipolar y la depresión.
“Los hongos son la fuente alimenticia más importante del aminoácido ergotioneína, un antiinflamatorio que los humanos no pueden sintetizar”, dijo el investigador principal Djibril Ba, quien recientemente se graduó del programa de doctorado en epidemiología de la facultad de medicina de Penn State. “Tener altos niveles de este compuesto puede reducir el riesgo de estrés oxidativo, lo que también podría reducir los síntomas de depresión”.
Los champiñones blancos, que son la variedad de champiñones más consumidos en los EE. UU., contienen potasio, que se cree que reduce la ansiedad. Además, algunas otras especies de hongos comestibles, especialmente la especie Hericium erinaceus, también conocida como Melena de León, pueden estimular la expresión de factores neurotróficos como la síntesis del factor de crecimiento nervioso, lo que podría tener un impacto en la prevención de trastornos neuropsiquiátricos, entre ellos, la depresión.
Según los investigadores, las mujeres blancas no hispanas con educación universitaria acostumbran más comer hongos. La edad promedio de los participantes encuestados era de 45 años y la mayoría (66%) eran personas blancas no hispanas. Los investigadores observaron una relación considerable entre el consumo de hongos y menores probabilidades de padecer depresión, tomando en cuenta también, los factores sociodemográficos, los principales factores de riesgo, las enfermedades auto diagnosticadas, los medicamentos y otros factores nutrimentales. Sin embargo, dijeron que una ingesta relativamente alta de hongos, no proporcionaba un beneficio adicional claro.
“El estudio contribuye a la creciente lista de posibles beneficios para la salud que tendría el comer hongos”, dijo Joshua Muscat, investigador del Instituto para el Cáncer de la Universidad Penn State y profesor de ciencias de salud pública.
Análisis secundarios
El equipo realizó un análisis secundario para ver si el riesgo de depresión podría reducirse reemplazando una porción de carne roja o procesada con una porción de champiñones todos los días. No obstante, los resultados muestran que esta sustitución no mostró una correlación con menores probabilidades de padecer depresión.
Antes de esta investigación, se habían realizado pocos estudios para examinar la relación entre el consumo de hongos y la depresión, y la mayoría han sido ensayos clínicos con menos de 100 participantes. Los investigadores dijeron que este estudio destaca la posible importancia clínica y de salud pública del consumo de hongos como un medio para reducir la depresión y prevenir otras enfermedades.
Los investigadores notaron algunas limitaciones que podrían tratarse en estudios futuros. Los datos no proporcionaron detalles sobre los tipos de hongos. Como resultado, los investigadores no pudieron determinar los efectos de tipos específicos de hongos en la depresión. Se utilizaron códigos alimentarios emitidos por el Departamento de Agricultura de los EE. UU. para determinar la ingesta de hongos; por lo tanto, algunas entradas podrían haber sido clasificadas erróneamente o registradas de manera inexacta.
John Richie y Xiang Gao del Instituto para el Cáncer de la Universidad Penn State; Laila Al-Shaar y Vernon Chinchilli de la Facultad de Medicina de Penn State; y Robert Beelman de la Facultad de Ciencias Agrícolas de Penn State también contribuyeron a esta investigación. Los investigadores declararon no tener ningún conflicto de intereses ni apoyo financiero específico.
Link: https://www.sciencedaily.com/releases/2021/10/211012102657.htm
Fecha: 12 de octubre de 2021
Fuente: Universidad Penn State
Fuente de la historia:
Materiales proporcionados por la Universidad Penn State. Original escrito por Tracy Cox. Nota: El contenido podría haber sido editado en estilo y extensión.
Referencia de la publicación:
Djibril M. Ba, Xiang Gao, Laila Al-Shaar, Joshua E. Muscat, Vernon M. Chinchilli, Robert B. Beelman, John P. Richie. Mushroom intake and depression: A population-based study using data from the US National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES), 2005–2016. Journal of Affective Disorders, 2021; 294: 686 DOI: 10.1016/j.jad.2021.07.080
Nota: Instituto Nutrigenómica no se hace responsable de las opiniones expresadas en el presente artículo.