Comer un hot dog podría costarte 36 minutos de vida saludable, mientras que elegir comer una porción de nueces, en su lugar, podría ayudarte a ganar 26 minutos adicionales de vida saludable, según un estudio de la Universidad de Michigan.
El estudio
El estudio, publicado en la revista científica Nature Food, evaluó más de 5,800 alimentos, clasificándolos por su peso específico en enfermedades nutricionales para los humanos y su impacto en el medio ambiente.
Encontró que sustituir el 10% de la ingesta calórica diaria de carne de res y carnes procesadas por una mezcla de frutas, verduras, nueces, leguminosas y mariscos selectos podría reducir en un tercio su huella de carbono en la dieta y permitir que las personas ganen 48 minutos de vida saludable cada día.
“En general, las recomendaciones nutricionales carecen de recomendaciones específicas y viables para motivar a las personas a cambiar su comportamiento, y rara vez las recomendaciones nutricionales abordan los impactos ambientales”, dijo Katerina Stylianou, quien realizó la investigación como candidata a doctorado y becaria postdoctoral en el Departamento de Ciencias de Salud Ambiental de la Facultad de Salud Pública de la UM. Actualmente trabaja como Directora de Estrategia de Datos e Información de Salud Pública en el Departamento de Salud de Detroit.
Este trabajo se basa en un nuevo índice nutricional basado en la epidemiología, el Health Nutritional Index, que los investigadores desarrollaron en colaboración con el nutricionista Victor Fulgoni III, de la empresa Nutrition Impact LLC. El índice HENI calcula el peso específico neto de salud beneficiosa o perjudicial en minutos de vida saludable asociada con una porción de comida consumida.
Calcular el impacto en la salud humana
El índice es una adaptación del Peso Específico Global de Enfermedades (Global Burden of Disease [GBD]) en el que la mortalidad y la morbilidad por enfermedad se relacionan con una única elección de alimentos de un individuo. Para el índice HENI, los investigadores utilizaron 15 factores de riesgo nutricional y estimaciones del peso específico de enfermedades del GBD y los combinaron con los perfiles nutricionales de alimentos consumidos en los Estados Unidos, según la base de datos What We Eat in America de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición. Los alimentos con puntuaciones positivas agregan minutos de vida saludables, mientras que los alimentos con puntuaciones negativas se asocian con resultados de salud que pueden ser perjudiciales para la salud humana.
Añadir el impacto ambiental a la mezcla
Para evaluar el impacto ambiental de los alimentos, los investigadores utilizaron el IMPACT World +, un método para evaluar el impacto del ciclo de vida de los alimentos (producción, procesamiento, fabricación, preparación/cocción, consumo, desperdicio), y agregaron evaluaciones mejoradas para el uso del agua y daños a la salud humana por formación de partículas finas. Desarrollaron puntuaciones para 18 indicadores ambientales teniendo en cuenta recetas de alimentos detalladas, así como el desperdicio anticipado de alimentos.
Por último, los investigadores clasificaron los alimentos en tres zonas de color: verde, amarillo y rojo, basándose en sus resultados nutricionales y ambientales combinados, de forma muy similar a un semáforo.
La zona verde representa los alimentos que se recomienda aumentar en la dieta y contiene alimentos que son tanto nutricionalmente beneficiosos como de bajo impacto ambiental. Los alimentos en esta zona son predominantemente nueces, frutas, vegetales cultivados en el campo, leguminosas, granos integrales y algunos mariscos.
La zona roja incluye alimentos que tienen impactos nutricionales o ambientales considerables y que deben reducirse o evitarse en la dieta. Los impactos nutricionales fueron motivados principalmente por las carnes procesadas y el clima, y la mayoría de los otros impactos ambientales motivados por la carne de res y cerdo, el cordero y las carnes procesadas.
Los investigadores reconocen que el rango de todos los indicadores varía sustancialmente y también señalan que los alimentos nutricionalmente beneficiosos no siempre pueden generar los impactos ambientales más bajos, y viceversa.
“Los estudios anteriores a menudo han reducido sus hallazgos a una discusión sobre alimentos de origen vegetal versus alimentos de origen animal”, dijo Stylianou. “Aunque nos parece que los alimentos de origen vegetal generalmente dan mejores resultados, existen variaciones considerables dentro de los alimentos de origen vegetal y animal”.
Con base en sus hallazgos, los investigadores sugieren
- Disminuir los alimentos con los impactos más negativos para la salud y el medio ambiente, incluyendo la carne altamente procesada, la carne de res, los camarones, seguidos de la carne de cerdo, el cordero y las verduras cultivadas en invernadero.
- Incrementar los alimentos más beneficiosos desde el punto de vista nutricional, incluyendo las frutas y verduras cultivadas en el campo, las leguminosas, las nueces y los mariscos de bajo impacto ambiental.
Conclusiones
“Es clara la urgencia de los cambios en la dieta para mejorar la salud humana y el medio ambiente”, dijo Olivier Jolliet, profesor de ciencias de la salud ambiental de la UM y autor principal del artículo. “Nuestros hallazgos demuestran que las pequeñas sustituciones específicas ofrecen una estrategia factible y poderosa para lograr importantes beneficios para la salud y el medio ambiente sin requerir cambios drásticos en la dieta”.
El proyecto se llevó a cabo en el marco de una subvención sin restricciones del National Dairy Council y del Dow Sustainability Fellowship de la Universidad de Michigan. Los investigadores también están trabajando con aliados en Suiza, Brasil y Singapur para desarrollar sistemas de evaluación similares allí. Eventualmente, les gustaría expandirlo a países de todo el mundo.
Link: https://www.sciencedaily.com/releases/2021/08/210818135224.htm
Fecha: 18 de agosto de 2021
Fuente: Universidad de Michigan
Fuente de la historia:
Materiales proporcionados por la Universidad de Michigan. Nota: El contenido podría haber sido editado en estilo y extensión.
Referencia de la publicación:
Katerina S. Stylianou, Victor L. Fulgoni, Olivier Jolliet. Small targeted dietary changes can yield substantial gains for human and environmental health. Nature Food, 2021; 2 (8): 616 DOI: 10.1038/s43016-021-00343-4
Nota: Instituto Nutrigenómica no se hace responsable de las opiniones expresadas en el presente artículo.