Una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos podría combatir la esquizofrenia Una investigación realizada por científicos de la Universidad James Cook ha hallado que una dieta popular entre fisicoculturistas podría ser efectiva para tratar la esquizofrenia. El profesor adjunto Zoltan Sarnyai y su grupo de investigación del Instituto Australiano de Salud y Medicina del Trópico (AITHM), de la universidad James Cook, han descubierto que alimentar a ratones con una dieta cetogénica, la cual es alta en grasas pero muy baja en carbohidratos (azúcares), conduce a una menor cantidad de comportamientos animales similares a la esquizofrenia. La dieta cetogénica ha sido usada desde los años 20 para tratar la epilepsia en niños y más recientemente como una dieta para pérdida de peso preferida por algunos fisicoculturistas. El Dr Sarnyai cree que la dieta podría funcionar proporcionando fuentes alternativas de energía en forma de los denominados cuerpos cetónicos (productos de la descomposición de grasa) y ayudando a sortear las rutas de energía celular que tienen un funcionamiento anormal, en el cerebro de los esquizofrénicos. “La mayor parte de la energía de una persona provendría de la grasa, así que la dieta consistiría en mantequilla, queso, salmón etc. Inicialmente sería usada junto con medicamentos bajo un esquema de paciente, en el cual la dieta del paciente podría ser controlada,” dijo. La esquizofrenia es una enfermedad mental crónica, devastadora, que afecta casi al uno por ciento de la población mundial. No tiene cura y los medicamentos utilizados para tratarla pueden producir efectos secundarios como trastornos de movimiento, aumento de peso y enfermedades cardiovasculares. Pero si los hallazgos de la investigación pueden ser traducidos en el tratamiento eficaz de la esquizofrenia, podrían ofrecer un beneficio secundario también. La investigación del grupo, publicada en línea en la importante revista Schizophrenia Research, también muestra que los ratones que son alimentados con dieta cetogénica pesan menos y tienen niveles de glucosa en la sangre más bajos que los ratones a los que se da una dieta normal. “Otra de las ventajas, es que funciona contra el aumento de peso, problemas cardiovasculares y la diabetes tipo dos, los cuales vemos como efectos secundarios comunes de las drogas que se administran para controlar la esquizofrenia,” dijo el Dr Sarnyai. Los investigadores de la UJC probarán ahora sus hallazgos en otros modelos animales de esquizofrenia cuando exploren una posible prueba clínica. FUENTE: 16 DE DICIEMBRE DE 2015 Instituto Australiano de Salud y Medicina del Trópico (AITHM) – UNIVERSIDAD JAMES COOK
Categoría: Noticias Nutrigenómica