Cómo los alimentos altamente procesados dañan la memoria en el cerebro de personas mayores.
Un estudio en animales sugiere que los omega-3 pueden reducir los efectos
Cuatro semanas con una dieta de alimentos altamente procesados condujeron a una fuerte respuesta inflamatoria en el cerebro de ratas viejas, que estuvo acompañada de señales conductuales de pérdida de memoria, según un nuevo estudio.
Los investigadores también encontraron que suplementar la dieta de alimentos procesados con el ácido graso omega-3 DHA prevenía problemas de memoria y reducía los efectos inflamatorios casi por completo en ratas viejas.
No se detectó neuroinflamación ni problemas cognitivos en ratas adultas jóvenes a las que se dio la dieta procesada.
El estudio en detalle
El laboratorio de Barrientos estudia cómo los eventos de la vida cotidiana, como una cirugía, una infección o, en este caso, una dieta poco saludable, pueden desencadenar inflamación en el cerebro de un individuo mayor, particularmente en las regiones del hipocampo y la amígdala. Este trabajo se basa en su investigación anterior que sugiere que una dieta alta en grasas a corto plazo puede provocar pérdida de memoria e inflamación cerebral en animales viejos, y que los niveles de DHA son menores en el hipocampo y la amígdala del cerebro de una rata vieja.
El DHA, o ácido docosahexaenoico, es un ácido graso omega-3 que está presente junto con el ácido eicosapentaenoico (EPA) en el pescado y otros mariscos. Entre las múltiples funciones del DHA en el cerebro se encuentra la defensa contra una respuesta inflamatoria. Este es el primer estudio de su capacidad para actuar contra la inflamación cerebral provocada por una dieta de alimentos procesados.
El equipo de investigación asignó aleatoriamente a ratas macho de 3 y 24 meses su comida normal (32% de las calorías provenientes de proteínas, 54% de carbohidratos complejos a base de trigo y 14% de grasas); o una dieta de alimentos altamente procesados (19,6% de las calorías provenientes de proteínas, 63,3% de carbohidratos refinados como almidón de maíz, maltodextrina y sacarosa, y 17,1% de grasas); o la misma dieta de alimentos procesados suplementada con DHA.
La activación de genes vinculados a una poderosa proteína proinflamatoria y otros marcadores de inflamación se incrementó considerablemente en el hipocampo y la amígdala de las ratas viejas a las que se dio la dieta de alimentos procesados, en comparación con las ratas jóvenes con cualquier dieta y las ratas viejas a las que se dio la dieta de alimentos procesados suplementada con DHA.
Las ratas viejas a las que se dio la dieta procesada también mostraron en experimentos conductuales, signos de pérdida de memoria que no fueron evidentes en las ratas jóvenes. Olvidaron haber pasado tiempo en un espacio desconocido en tan solo unos pocos días, una señal de problemas con la memoria contextual en el hipocampo, y no mostraron un comportamiento de miedo anticipatorio a una señal de peligro, lo que sugirió que había anomalías en la amígdala.
“Se ha relacionado a la amígdala en los seres humanos con recuerdos vinculados a eventos emocionales que producen miedo y ansiedad. Si esta región del cerebro no funciona adecuadamente, las señales que anticipan el peligro pueden pasarse por alto y conducir a malas decisiones”, dijo Barrientos.
Los resultados también mostraron que la suplementación con DHA de las dietas de alimentos procesados dadas a las ratas viejas, previno con eficacia una respuesta inflamatoria elevada en el cerebro, así como las señales conductuales de pérdida de memoria.
Los investigadores no conocen la dosis exacta de DHA, o calorías y nutrientes precisos, ingeridos por los animales, ya que tenían acceso ilimitado a los alimentos. Ambos grupos de edad subieron de peso considerablemente con la dieta de alimentos procesados, y los animales viejos subieron de peso mucho más que los animales jóvenes. La suplementación con DHA no tuvo ningún efecto preventivo sobre el aumento de peso relacionado con el consumo de alimentos altamente procesados.
Este fue un hallazgo clave: Barrientos advirtió que los resultados no significan que los consumidores tengan libertad absoluta de consumir indiscriminadamente alimentos procesados mientras tomen un suplemento de DHA.
Un mejor método para prevenir múltiples efectos negativos de los alimentos altamente refinados sería centrarse en la mejora general de la dieta, dijo Barrientos.
“Estos son los tipos de dietas que se anuncian como bajas en grasas, pero tienen alimentos altamente procesados. No contienen fibra y tienen carbohidratos refinados que también se conocen como carbohidratos de baja calidad”, dijo Barrientos. “Las personas que están acostumbradas a consultar la información nutricional deben prestar atención a la fibra y la calidad de los carbohidratos. Este estudio realmente muestra que esas cosas son importantes”.
Esta investigación fue respaldada por el Instituto Nacional para el Envejecimiento, el Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial y el Centro de Investigación y Desarrollo Agrícola de Ohio. Entre los coautores del estudio se encuentran Michael Butler, Nicholas Deems, Stephanie Muscat y Martha Belury de la Universidad Ohio State, y Christopher Butt de Inotiv Inc. de Boulder, Colorado.
Link: https://www.sciencedaily.com/releases/2021/10/211014172753.htm
Fecha: 14 de octubre de 2021
Fuente: Universidad Ohio State
Fuente de la historia:
Materiales proporcionados por la Universidad Ohio State. Original escrito por Emily Caldwell. Nota: El contenido podría haber sido editado en estilo y extensión.
Referencia de la publicación:
Michael J. Butler, Nicholas P. Deems, Stephanie Muscat, Christopher M. Butt, Martha A. Belury, Ruth M. Barrientos. Dietary DHA prevents cognitive impairment and inflammatory gene expression in aged male rats fed a diet enriched with refined carbohydrates. Brain, Behavior, and Immunity, 2021; 98: 198 DOI: 10.1016/j.bbi.2021.08.214
Nota: Instituto Nutrigenómica no se hace responsable de las opiniones expresadas en el presente artículo.