Incluso antes de la pandemia y las elecciones presidenciales, los estadounidenses informaban estar sometidos a niveles de estrés entre los más altos del mundo, según la Asociación Estadounidense de Psicología. El estrés no solo tiene efectos negativos en las relaciones laborales y personales, sino que también aumenta el riesgo de muchos padecimientos crónicos, como las enfermedades cardíacas y la enfermedad de Alzheimer, y está relacionado con tasas de mortalidad más altas.
El estudio
Pero llevar una dieta mediterránea puede representar una manera relativamente fácil de ayudar a disminuir los efectos fisiológicos del estrés y apoyar el camino hacia un envejecimiento saludable, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de Wake Forest, parte de Wake Forest Baptist Health.
Los resultados del estudio, el primer ensayo preclínico en medir los efectos a largo plazo de la dieta occidental frente a la mediterránea, en el estrés, bajo condiciones experimentales controladas, se publican en la última edición en línea de la revista científica Neurobiology of Stress.
“Es muy difícil controlar o reducir los factores que producen estrés en nuestras vidas”, dijo Carol A. Shively, Ph.D., profesora de patología y medicina comparativa en la Escuela de Medicina de Wake Forest e investigadora principal del estudio. “Sin embargo, sí sabemos que podemos controlar nuestra dieta, y estudios observacionales previos han sugerido que un menor estrés percibido está relacionado con un alto consumo de frutas y verduras”.
“Desafortunadamente, los estadounidenses llevan una dieta rica en proteínas de origen animal y grasas saturadas, sal y azúcar, por lo que queríamos averiguar si esa dieta empeoraba la respuesta del cuerpo al estrés en comparación con una dieta mediterránea, en la que gran parte de las proteínas y grasas provienen de fuentes vegetales”.
Los investigadores estudiaron los efectos del estrés crónico derivado de un estatus social bajo y el estrés agudo provocado por el aislamiento social durante 30 minutos en 38 animales de mediana edad a los que se alimentó con una dieta mediterránea u occidental. Las dietas se formularon para asemejarse fielmente a las dietas humanas, con proteínas y grasas derivadas principalmente de fuentes animales en el grupo occidental y principalmente de fuentes vegetales en el grupo mediterráneo.
Para determinar el efecto de las dietas en las respuestas al estrés, los científicos midieron los cambios en los sistemas nerviosos simpático y parasimpático y en la hormona cortisol de la glándula suprarrenal, en respuesta al estrés agudo y crónico.
El sistema nervioso simpático participa en la respuesta conocida como “lucha o huida” y regula funciones corporales como la frecuencia cardíaca y la presión arterial. El sistema nervioso parasimpático tiene efectos opuestos que ayudan al cuerpo a volver a un estado más calmado. Una actividad alta del sistema nervioso simpático puede ser perjudicial para la salud, por lo que es importante mantener un equilibrio saludable entre los dos sistemas, dijo Shively.
El cortisol, la principal hormona que produce estrés en el cuerpo, ayuda al cuerpo a acceder a los recursos necesarios para luchar o huir. Sin embargo, si el estrés es continuo, los niveles de cortisol se mantienen altos y dañan los tejidos.
Los resultados
En comparación con los animales a los que se dio con una dieta occidental, los animales a los que se dio una dieta mediterránea exhibieron una mayor resistencia al estrés, como lo indican las respuestas más bajas del sistema nervioso simpático y del cortisol al estrés, y exhibieron también una recuperación más rápida después de que terminó el estrés, dijo Shively.
“Nuestro estudio mostró que la dieta mediterránea cambió el equilibrio hacia el sistema nervioso parasimpático, lo cual es bueno para la salud”, dijo Shively. “Por el contrario, la dieta occidental aumentó la respuesta simpática al estrés, que es como tener un botón de pánico encendido todo el tiempo, y eso no es saludable”.
A medida que los animales envejecían durante el estudio de 31 meses, que equivalen a unos 9 años en humanos, el grupo de investigación observó que la actividad del sistema nervioso simpático se incrementó. Sin embargo, la dieta mediterránea disminuyó la velocidad del envejecimiento del sistema nervioso simpático.
Los hallazgos del estudio sugieren que la adopción de una dieta mediterránea por parte de toda la población puede convertirse en una intervención relativamente sencilla y de bajo coste para reducir el impacto negativo del estrés psicológico en la salud y retrasar el envejecimiento del sistema nervioso, dijo Shively.
El estudio fue auspiciado por los Institutos Nacionales de Salud R01HL087103, RF1AG058829, R01HL122393, U24DK097748 y el Centro de Independencia de Personas Mayores Estadounidenses Claude D. Pepper, de Wake Forest P30AG012332.
Link: https://www.sciencedaily.com/releases/2020/11/201116125603.htm
Fecha: 16 de noviembre de 2020
Fuente: Centro Médico Wake Forest Baptist
Fuente de la historia:
Materiales proporcionados por el Wake Forest Baptist Medical Center. Nota: el contenido podría haber sido editado en estilo y extensión.
Referencia de la publicación:
Carol A. Shively, Susan E. Appt, Haiying Chen, Stephen M. Day, Brett M. Frye, Hossam A. Shaltout, Marnie G. Silverstein-Metzler, Noah Snyder-Mackler, Beth Uberseder, Mara Z. Vitolins, Thomas C. Register. Mediterranean diet, stress resilience, and aging in nonhuman primates. Neurobiology of Stress, 2020; 13: 100254 DOI: 10.1016/j.ynstr.2020.100254
Nota: Instituto Nutrigenómica no se hace responsable de las opiniones expresadas en el presente artículo.