A medida que la gente joven alcanza la edad adulta, sus preferencias por alimentos dulces típicamente disminuyen. Sin embargo, para gente con obesidad, una nueva investigación sugiere que la disminución podría no ser tan pronunciada, y que el sistema de recompensas del cerebro funciona de forma diferente en gente obesa que en gente delgada, lo que podría jugar un rol en este fenómeno.
Los nuevos hallazgos han sido presentados en línea el 15 de junio en la publicación Diabetes.
Un hallazgo podría revelar una disfunción en el cerebro de las personas con obesidad
“Creemos que podríamos haber identificado una nueva anormalidad en la relación entre la respuesta de recompensa a la comida y la dopamina, en el cerebro de las personas con obesidad,” dijo la primera autora del estudio, M. Yanina Pepino, PhD, profesora asistente de medicina.
“En general, a medida que la gente crece, se hace menos aficionada a las cosas dulces, de la adolescencia a la adultez. También, a medida que envejecemos, tenemos menos receptores de dopamina en la estructura cerebral llamada cuerpo estriado, que es crítica para el sistema de recompensas.
Entendemos que tanto la juventud como un número menor de receptores de dopamina están asociados con una mayor preferencia por alimentos dulces en personas con un peso normal. Sin embargo, en personas con obesidad, ese no fue el caso en nuestro estudio.”
El estudio de la asociación dopamina – alimentos dulces – obesidad
Los investigadores estudiaron a 20 sujetos con pesos saludables, y los compararon con 24 personas consideradas obesas, cada una de las cuales tenía un índice de masa corporal de 30 o mayor. Los voluntarios del estudio tenían entre 20 y 40 años de edad.
Los participantes recibían bebidas que contenían diferentes niveles de azúcar para determinar los grados de dulzor que prefería cada individuo. Luego, los investigadores llevaron a acabo escaneos de tomografía de emisión de positrones (PET) para identificar receptores de dopamina vinculados con las recompensas en el cerebro de cada persona.
La dopamina es el químico principal en el cerebro que nos hace sentirnos bien. Los escaneos PET revelaron que aunque había una relación entre los receptores de dopamina, la preferencia por cosas dulces y la edad en personas delgadas, ese patrón no se mantuvo en los cerebros de personas obesas.
“Hallamos disparidades en la preferencia por alimentos dulces entre individuos, y también hallamos variaciones individuales en receptores de dopamina,– algunas personas tienen niveles altos y algunas niveles bajos– pero cuando analizamos cómo se relacionan esas cosas, la tendencia general en las personas con un peso normal era que tener menores receptores de dopamina se asociaba con una mayor preferencia por alimentos dulces,” dijo la co investigadora Tamara Hershey, PhD, profesora de psiquiatría, neurología y radiología.
No obstante, eso no ocurría en sujetos obesos. La relación entre sus edades, preferencias de dulzor y receptores de dopamina no seguía el patrón observado en las personas con menor peso.
¿Por qué no ocurre lo mismo en personas con obesidad?
Pepino y Hershey explicaron que es posible que la resistencia a la insulina y algunos otros cambios metabólicos vinculados con la obesidad pudieran contribuir con la ausencia de esas relaciones en el grupo de personas obesas.
Aunque ninguna de las personas obesas que participaron en el estudio tenía diabetes, algunos tenían altos niveles de glucosa en la sangre y concentraciones de insulina, y algunos se estaban haciendo resistentes a la insulina. Los investigadores creen que esos factores podrían haber alterado la respuesta de sus cerebros a las cosas dulces.
“Hay una relación entre la resistencia a la insulina y el sistema de recompensas del cerebro, por lo tanto, eso podría tener algo que ver con lo que observamos en los sujetos obesos,” dijo Hershey. “Lo que es claro, es que la grasa corporal adicional puede tener efectos no solamente en cómo metabolizamos los alimentos, sino también en cómo nuestro cerebro percibe las recompensas cuando comemos algo, particularmente cuando es algo dulce.”
Fecha: 15 de junio de 2016
Fuente: sciencedaily.com
Link: https://www.sciencedaily.com/releases/2016/06/160615110927.htm
Fuente original:
La publicación anterior ha sido reimpresa de materiales proporcionados por la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington. El documento original fue escrito por Jim Dryden. Nota: Los materiales podrían haber sido editados en contenido y extensión.
Referencia de la publicación:
Pepino MY, Eisenstein SA, Bischoff AN, Klein S, Moerlein SM, Perlmutter JS, Black KJ, Hershey T. Sweet preferences, DA D2R, age and obesity. Diabetes, June 2016 DOI: 10.2337/db16-0407
Nota: Instituto Nutrigenómica no se ha responsable de las opiniones expresadas en el presente artículo.