Reseña de los avances en esta enfermedad difícil de tratar.
El progreso con relación al cáncer pulmonar ha sido enorme en los últimos 20 años, de acuerdo con una nueva reseña de un grupo de investigadores.
Difícil de detectar en sus etapas iniciales y difícil de tratar a medida que avanza, el cáncer pulmonar es la causa principal de mortalidad por cáncer alrededor del mundo, con una cifra estimada de muertes de 1.6 millones cada año.
No obstante, los nuevos tratamientos están mejorando el panorama para las personas con cáncer pulmonar de células no pequeñas (NSCLC por sus siglas en inglés), el cual representa cerca del 85% de los casos de cáncer pulmonar.
“El progreso ha sido enorme en los últimos 20 años,” dijo Roy Herbst, M.D., Ph.D., jefe de Oncología Médica en el Centro para el Cáncer de Yale y profesor de Medicina y Farmacología en la Escuela de Medicina de Yale.
Tradicionalmente, el cáncer pulmonar de células no pequeñas ha sido tratado con cirugía, seguida de quimioterapia o radiación, o ambas.
“Las opciones de tratamientos han mejorado en los últimos años con el surgimiento de dos clases de fármacos, terapias molecularmente dirigidas, y más recientemente, inmunoterapia,” dijo Herbst, autor líder de una investigación que revisa los avances en el tratamiento del cáncer pulmonar de células no pequeñas, publicado en la revista científica Nature.
(Entre los coautores líderes encuentran: Daniel Morgensztern, M.D., profesor adjunto de oncología médica en la Universidad de Washington; y Chris Boshoff, vicepresidente sénior para el Desarrollo Global de Productos para Oncología de Pfizer Inc., y profesor adjunto de la Escuela de Medicina de Yale.)
Los fármacos molecularmente dirigidos contra el cáncer de pulmón
Los fármacos molecularmente dirigidos tienen como objetivo atacar a las células tumorales que tienen genes mutados como el EGFR, los cuales pueden provocar cáncer. La administración de Alimentos y Fármacos (FDA por sus siglas en inglés) dio su primera aprobación para un inhibidor del EGFR para el cáncer pulmonar de células no pequeñas en 2004, y cerca de un cuarto de los pacientes de este tipo de cáncer ahora pueden ser tratados con varias fármacos dirigidos. La investigación se encuentra en curso en Yale y en muchas otras instituciones para descubrir blancos moleculares adicionales.
Sin embargo, los pacientes eventualmente desarrollan resistencia a estos medicamentos, dijo Herbst.
Otra ola de opciones de tratamiento comenzó a llegar en 2015 cuando la FDA aprobó el primer “inhibidor de puntos de control inmunitarios” para pacientes con cáncer pulmonar avanzado de células no pequeñas. Estas inmunoterapias obstruyen a los mecanismos que previenen que las células T inmunes del cuerpo ataquen a los tumores, por medio de la inhibición una proteína llamada PD-1 en la superficie de las células T o su proteína aliada PD-L1 en las células tumorales. Los pacientes cuyos tumores muestran altos niveles de PD-L1, son por lo general los mejores candidatos para beneficiarse de dichas inmunoterapias.
Hasta la fecha, los inhibidores de puntos de control inmunitario funcionan bien para cerca de un quinto de los pacientes con cáncer pulmonar de células no pequeñas. “Sin embargo, hemos visto que aunque muchos tumores expresan la PD-L1, muchos no lo hacen, y la inhibición de la PD-L1 no funcionará en ellos,” dijo Herbst. “Incluso en tumores que tienen una expresión de la PD-L1, muchos no tienen células T en el micro entorno del tumor, por lo que eso tampoco funciona. Necesitamos descifrar cómo vamos a ‘preparar’ los tumores y hacerlos más sensibles a estas diferentes terapias.” Adicionalmente, como con las terapias dirigidas, la mayoría de los tumores desarrollan resistencia a las inmunoterapias con el tiempo.
La nueva opción
Nuevas inmunoterapias que se centran en otros componentes del sistema inmunológico serán críticas para superar estos desafíos, sugiere Herbst. Otra clave será combinar inmunoterapia, o conjugarla con quimioterapia, terapia dirigida, medicamentos que suprimen el crecimiento de los vasos sanguíneos, u otras formas de tratamiento contra el cáncer.
“Necesitamos mover la visión personalizada que hemos usado para la terapia dirigida, hacia la inmunoterapia, asignando el medicamento correcto al paciente correcto en el momento adecuado,” enfatizó Herbst.
Otros esfuerzos de investigación están creando nuevos métodos para detectar el cáncer pulmonar y darle seguimiento a medida que evoluciona en cada paciente. El año pasado, la FDA aprobó una prueba de “biopsia líquida” para el cáncer pulmonar de células no pequeñas, que puede hallar ciertos tipos de mutaciones del EGFR al secuenciar fragmentos de ADN tumoral que circulan en la sangre. Se están desarrollando más pruebas avanzadas de este “ADN tumoral libre circulante” para respaldar el tratamiento individualizado del cáncer pulmonar. “Una biopsia líquida te permite ver las cosas en tiempo real y puedes hacer múltiples biopsias ya que son menos invasivas para el paciente,” dijo Herbst. “Las biopsias líquidas no son tan sensibles como la biopsia tumoral pero hay cierta evidencia que sugiere que podrían dar una visión más realista de la enfermedad en el cuerpo completo.”
El futuro
Las investigaciones clínicas del cáncer pulmonar de células no pequeñas está siendo acelerada por grandes estudios clínicos innovadores, como la prueba denominada Lung Master Protocol (Lung-MAP), la cual ha alistado a más de 1,400 pacientes para poner a prueba a un huésped de candidatos a fármacos dirigidos entre pacientes con carcinoma epidermoide pulmonar, tratados previamente. La prueba Lung-MAP está extendiendo su alcance para probar combinaciones de medicamentos dirigidos e inmunoterapias.
Herbst dirige el Programa Especializado de Excelencia de Investigación de Yale (SPORE) para el cáncer pulmonar, uno de los tres programas SPOREs de cáncer pulmonar financiados por el Instituto Nacional para el Cáncer. El programa reúne expertos en oncología, inmunobiología, farmacología, biología molecular, patología, epidemiología y ciencia de las adicciones, para atacar la enfermedad. “Tenemos como objetivo importar resultados del laboratorio a la clínica, y en el otro sentido,” afirmó Herbst.
“De manera general, estamos observando beneficios sin precedentes para las personas con cáncer pulmonar de células no pequeñas, pero es una enfermedad muy fuerte,” resumió Herbst. “Estamos ayudando solamente al 30% o 35% de los pacientes. Nuestra investigación tiene que continuar siendo innovadora y relevante. Todavía tenemos mucho por hacer.”
Fecha: 24 de enero de 2018
Fuente: Universidad de Yale
Link: https://www.sciencedaily.com/releases/2018/01/180124131730.htm
Fuente de la historia: materiales proporcionados por la Universidad de Yale. Nota: el contenido podría haber sido editado en estilo y extensión.
Referencia de la publicación:
Roy S. Herbst, Daniel Morgensztern, Chris Boshoff. The biology and management of non-small cell lung cancer (La biología y administración del cáncer pulmonar de células no pequeñas). Nature, 2018; DOI: 10.1038/nature25183
Nota: Instituto Nutrigenómica no se hace responsable de las opiniones expresadas en el presente artículo.