¿Tus Genes Te Están Haciendo Engordar?
¿Pareciera que, sin importar cuánto te esfuerces, simplemente no puedes perder esos kilos de más?
Es una historia común – tienes esas amigas delgadas que pueden comer todo lo que ven y aun así mantenerse en forma, sin embargo tú, simplemente con mirar una galleta haces que la báscula marque uno o dos kilos más.
La mayoría de la gente asume que te sientas en tu casa a zamparte alimentos procesados y comida basura, pero eso no podría estar más alejado de la realidad. Es tan injusto – sin embargo, es una de esas cosas inexplicables, ¿no es así?
Bien, pues de hecho, ¡podría haber algo más en juego!
Durante los últimos años, un creciente número de investigaciones ha vinculado a nuestra genética con la obesidad. Entonces, ¿esto significa que para algunas personas al menos, su peso está fuera de su control? Averigüémoslo.
Tener Sobrepeso O Estar Obeso
Primero que nada, aquí está una rápida visión general de la situación de la obesidad hoy en día. La Organización Mundial de la Salud define el tener sobrepeso o estar obeso como “tener una acumulación de grasa anormal o excesiva que podría poner en riesgo la salud.”
Algunos estudios han destacado un mayor riesgo entre el exceso de peso y las enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2, cálculos biliares, gota, osteoartritis, asma, otras dificultades respiratorias y ciertos tipos de cáncer.
En los Estados Unidos, se estima que más del 35% de los adultos están obesos, al mismo tiempo que más del 34% tienen sobrepeso; mientras que hace 20 años, ¡ningún estado tenía una tasa de obesidad por encima del 15%!
Los niños también están sufriendo severamente de sobrepeso – con casi un tercio de los chicos menores de 18 años clasificados como con sobrepeso u obesos. Estas estadísticas escandalosas muestran que la obesidad infantil se ha incrementado en más del doble en niños y ¡cuadruplicado en adolescentes en los últimos 30 años!
¿Está El Aumento De Peso Fuera De Nuestras Manos?
Decir que el aumento de peso está fuera de nuestras manos es controvertido, sin embargo, algunos estudios han mostrado que ese podría ser el caso. En un estudio de 540 niños adoptados, los investigadores querían descubrir si la genética o el medio ambiente tenían el mayor impacto en su peso. Si el ambiente es el factor más importante, entonces su peso debería estar en línea con el de sus padres adoptivos. Pero si la genética lo es, tendrían un peso similar al de sus padres biológicos. Los resultados del estudio muestran una fuerte correlación entre el grupo de peso de los niños adoptados y sus padres biológicos, mientras que ”¡no había relación” con el de sus padres adoptivos!
Otro estudio analizó a gemelos idénticos quienes habían sido criados en hogares distintos y no se conocían entre sí. Es sorprendente pensar que había suficientes gemelos que cubrieran este perfil – ¡sin embargo, los había! Fueron estudiados 93 pares de gemelos idénticos criados por separado, y 150 pares criados en el mismo hogar, hallando que el peso de todas las parejas era extremadamente similar.
Estos hallazgos condujeron a los investigadores a establecer que la genética juega un rol sustancial en el peso, mientras que el ambiente de la infancia tiene “poca o nula influencia.” De hecho, su trabajo mostró que hasta un 70% de las variaciones en el peso se daban debido a la genética. ¡Eso es muchísimo!
Sin embargo, estudios más recientes generan dudas alrededor de esta cifra. Un estudio de 2015, llevado a cabo por el Centro para el Desarrollo Económico en Londres, comparó el peso de hijos biológicos y adoptivos con el de sus padres. Cuando ambos padres adoptivos tienen sobrepeso, un niño hijo adoptivo tiene un 21% más de probabilidades de tener sobrepeso que si hubiera sido criado por padres con un peso normal. Los hijos biológicos de padres con sobrepeso tienen un 27% más de probabilidades de tener sobrepeso – solamente 6% más que los hijos adoptivos, ¡un número mucho más bajo que el 70% que arrojó el estudio de los gemelos!
¿Cómo Te Pueden Hacer Engordar Tus Genes?
Mientras no es claro hasta qué punto nuestros genes influyen en nuestro peso, es generalmente aceptado que la genética sí juega un rol en el índice de masa corporal y el nuevo papel de la Nutrigenética. A continuación algunas de las maneras en que puede hacer esto.
Síndromes genéticos
Algunas condiciones genéticas pueden afectar directamente los niveles de peso como en el caso de aquellas personas con el síndrome de Prader-Willi, el síndrome de Bardet-Biedl, el síndrome de Cohen, el síndrome de Ayazi o el síndrome de MOMO. Sin embargo, estas condiciones son extremadamente raras y se presentan solamente en una minúscula fracción de los casos de obesidad en los Estados Unidos.
Los ‘Genes De La Obesidad’
Sin embargo, hay otros, rasgos genéticos más comunes que pueden ser vinculados con la obesidad. En 2007, los investigadores identificaron, primeramente, una variante genética relacionada con la obesidad, conocida como FTO, la cual se dice que ‘es muy común.’ La gente que tiene esta variante, tiene de un 20% a un 30% mayor riesgo de padecer obesidad que la gente que no la tiene. Desde esa investigación reveladora para la Nutrigenética y ampliamente utilizada en los tests nutrigenéticos, algunos estudios han identificado más de 30 genes en 12 cromosomas que se piensa afectan el índice de masa corporal – aunque el FTO parece tener la mayor influencia en el peso. Cabe resaltar que un 40% de los europeos y un 42% de las personas del sudeste asiático llevan esta variante de riesgo de obesidad, mientras que solamente un 5% de los africanos la tiene.
Es interesante entonces, que la obesidad afecte a un 10% a 30% de los adultos en Europa, mientras que los adultos afroamericanos son 1.5 veces más propensos a ser obesos que los adultos caucásicos.
Claramente, hay alguna disparidad entre la gente que lleva el gen y la que simplemente está obesa. Parece que no todos aquellos con el gen de la obesidad llegan a ser obesos, y que muchos casos de obesidad tienen orígenes ambientales (u otros), en vez de orígenes genéticos.
La Genética Y Los Tipos De Grasa
De acuerdo con un estudio reciente, publicado en agosto del 2015, nuestros genes pueden afectar indirectamente nuestros niveles de peso de otra forma. Los científicos detrás del estudio hallaron un ‘interruptor genético’ que determina si quemamos calorías extra o las conservamos como grasa. Este interruptor causa que las células de nuestro cuerpo que producen grasa se conviertan en células de grasas blancas almacenadoras energía, en vez de células de grasas marrones quemadoras de energía.
En estudios realizados en ratones con un peso normal, los investigadores hallaron que, cuando trastocaban uno de los genes en cuestión, los ratones perdían más del 50% de su grasa corporal aunque comieran y se ejercitaran tanto como lo hacían otros ratones. Aun cuando se alimentaba a los ratones con una dieta alta en grasas, estos no podían aumentar de peso porque las células se convertían en grasas marrones, en lugar de grasas blancas.
De manera interesante, en este estudio, ¡el gen FTO pareció no tener ninguna relación con la obesidad!
Hormonas Y Obesidad
Las hormonas juegan un papel enorme en nuestra salud, por lo cual es tan importante mantenerlas balanceadas. Nuestras hormonas son responsables de la regulación del apetito, el sueño, la digestión, el humor, la fertilidad y muchas más cosas. Una de las hormonas que suprime el apetito es conocida como leptina. Una falta de leptina en el cuerpo ha sido vinculada con un mayor apetito, aumento de peso e incapacidad de reducir de peso. Restaurar los niveles de leptina puede resolver estos problemas.
Pero, ¿qué tiene que ver la genética con esta hormona?, te preguntarás.
Existe una condición hereditaria, conocida como deficiencia de leptina congénita – en la cual el cuerpo tiene bajos niveles de esta hormona, lo que conduce a la aparición temprana de la obesidad (niñez).
De hecho, un estudio del 2015, el cual observó a dos hermanos – una chica de 9 años y su hermano de 6, quienes tenían una obesidad severa – halló que la culpable era la deficiencia de leptina congénita. Después de tratar a los dos niños con leptina, se observó una “rápida mejora del comportamiento alimenticio y una pérdida de peso.”
Sin embargo, si estás lidiando con tu peso, es muy poco probable que éste sea tu caso.
La deficiencia de leptina congénita usualmente se diagnostica en los primeros meses de vida y es un trastorno increíblemente raro con solamente unos cuantos casos reportados en los registros médicos.
¿Estoy Destinado A Ser Gordo?
Si eres una de esas personas que están genéticamente predispuestas a aumentar de peso, podrías sentirte de esta forma. Sin embargo, deberías saber que simplemente porque tengas un cierto gen, no estás necesariamente destinado a tener sobrepeso. ¿Recuerdas el estudio de 2015 de los hijos adoptados que describí anteriormente? En él, los investigadores hallaron que las elecciones ambientales y de estilo de vida juegan un rol mucho más grande en el manejo del peso del que la genética parece tener.
También puedes hallar consuelo en las palabras de Hill and Trowbridge:
“A pesar de que la obesidad tenga fuertes determinantes genéticos, la composición genética de la población no cambia rápidamente. Por lo tanto, el gran aumento de la obesidad debe reflejar cambios importantes en factores no genéticos.” Teniendo eso en mente, pongamos atención a dos factores no genéticos enormemente importantes sobre los cuales tienes influencia.
La Dieta
Para cualquiera que esté luchando por tener un peso saludable, una dieta balanceada libre de alimentos procesados y grasosos, azúcares y sal, es algo obligatorio.
Un estudio del 2014, que analizó las dietas y el peso de más de 37,000 personas, halló que comer alimentos grasosos y fritos puede interactuar con los genes de la obesidad, incrementando el riesgo de aumentar de peso.
Y se ha encontrado que una dieta alta en sodio puede conducir a la obesidad en algunas personas con ciertos marcadores genéticos. Tu dieta debería estar basada principalmente en granos enteros, vegetales de hojas verdes y otros, frutas, proteínas magras y grasas buenas, con pocos o ningún alimento procesado.
También importa cuánto comas. Ahora es más fácil que nunca comer un práctico refrigerio o alimento en el camino, sin importar a dónde vayas, aunque algunas veces ni siquiera lo necesitemos. Así que vigila rigurosamente lo que comes y tu ingesta calórica, y será mucho más fácil para ti mantener un peso saludable.
Ejercicio
Todo el mundo, sin importar sus metas de peso, necesita ejercitarse para tener un corazón y huesos saludables, así como disminuir el riesgo de depresión, cáncer y diabetes.
La Clínica Mayo recomienda al menos 150 minutos a la semana de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad aeróbica vigorosa, junto con ejercicios de potencia al menos dos veces por semana.
Cuando se trata de mantener el peso o reducirlo, podrías necesitar hacer más que esto… ¡pero tus esfuerzos realmente valdrán la pena!
Las investigaciones han mostrado que hacer suficiente ejercicio puede contrarrestar algunos de los riesgos de obesidad relacionados con los genes. Un estudio de 2008 realizado en más de 17,000 personas, halló que la gente inactiva con el gen tiene un mayor índice de masa corporal que la gente inactiva sin el gen. Sin embargo, la gente con el gen, que se ejercita regularmente, tenía un índice de masa corporal similar a la que no tenía el gen. Lo que es más, un análisis de 54 estudios, en cerca de 240,000 personas, descubrió que mientras aquellas personas con la variante genética FTO tenían un riesgo mayor de padecer obesidad, el ejercicio reducía dramáticamente sus probabilidades de ponerse obesos. Los adultos activos con el gen tenían un 30% de menor riesgo de obesidad que los adultos inactivos que llevaban el gen.
Reflexiones Finales
Claramente, algunos estudios han mostrado una fuerte relación entre la genética y la masa corporal. Sin embargo, muchos otros casos de obesidad se deben a un mal estilo de vida y malas elecciones alimenticias.
Aun cuando seas de las personas que tiene el gen de la obesidad, una gran cantidad de estudios sugiere que la forma en que estos genes se expresan a sí mismos depende principalmente de TI.
Como dijo el investigador J. Lennert Veerman en un estudio de 2011: “los genes podrían co-determinar quién se pone obeso, sin embargo, nuestro ambiente determina cuántas personas llegan a ser obesas.”
Come bien y ejercítate, y serás la versión más saludable que puedas ser de ti mismo.
Fuente: MIKE KAMO de Nutrition Secrets.
Fecha: 4 DE MARZO DE 2016.
Link artículo: https://www.nutritionsecrets.com/are-your-genes-making-you-fat/
Fuentes estudios:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/3941707
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/2336075
https://www.lse.ac.uk/newsAndMedia/news/archives/2015/02/NurtureMoreImportantForOverweightChildren.aspx
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/17496892
https://www.hsph.harvard.edu/obesity-prevention-source/obesity-causes/genes-and-obesity/
https://www.sciencenews.org/article/gene-thought-cause-obesity-works-indirectly
https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa1502214
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4570156/
https://www.cdc.gov/healthyweight/calories/other_factors.html
https://journals.plos.org/plosmedicine/article?id=10.1371/journal.pmed.1001116
https://journals.plos.org/plosmedicine/article?id=10.1371/journal.pmed.1001114
Nota: Instituto Nutrigenómica no se ha responsable de las opiniones expresadas en el presente artículo.