Hace algunos años vi un documental fascinante llamado “El Fantasma en tus genes”.
Describía un estudio realizado en un pequeño pueblo sueco donde se llevaban rigurosos registros de las cosechas, nacimientos, muertes del pueblo, etc. Este estudio dio seguimiento a varias generaciones para entender la manera en que el estado nutricional de los padres y abuelos (con base en la producción agrícola y la hambruna) influía en la salud de generaciones futuras.
El efecto de la desnutrición de los ancestros en tus genes
Los científicos hallaron que la nutrición de la abuela al momento de su nacimiento (debido a que el huevo está ahí en el nacimiento) y la nutrición del abuelo en la pubertad (puesto que el esperma se forma en ese momento) influyen directamente en la salud de los nietos. Esto es a la vez emocionante y en extremo tenebroso.
Por lo tanto, si como yo, por ejemplo, tus abuelos vivieron en una devastada Europa cuando eran pequeños y a menudo sufrían de malnutrición y de hambruna – hay un impacto directo que esto ha tenido en tu propia salud, y que continuará en la salud de tus hijos.
La epigenética
Como verás, la genética y la epigenética son un extraordinario campo de estudio que todavía es muy joven. El proyecto del genoma codificó todos los genes humanos, sin embargo, no nos hemos acercado a descubrir la manera en que los genes influyen en las enfermedades. Estudios científicos más recientes demuestran que es la manera en que nuestro entorno interactúa con nuestros genes lo que hace la mayor diferencia en la forma en que los genes son expresados – esto es la epigenética.
Los alimentos que comemos, el aire que respiramos, las toxinas a las que estamos expuestos, cuánta luz del sol, cuánto movimiento – todas estas áreas de nuestra vida interactúan directamente con nuestros genes y los activan o desactivan en formas favorables y no tan favorables.
¿Qué significa esto para tus genes?
¿Tus padres o tus abuelos padecen enfermedades cardíacas, diabetes, Alzheimer, Mal de Parkinson, esclerosis múltiple, cáncer, depresión, alcoholismo? Se ha demostrado que estos padecimientos y muchos otros ‘están en la sangre de las personas.’ Sin embargo, la ciencia demuestra, cada vez de mejor forma, que no es sólo la genética heredada lo que nos predispone a estos y otros padecimientos, sino su interacción con el entorno.
Esta área me parece fascinante debido al hecho de que hay una larga lista de dichos padecimientos en mi familia y he hecho bastante investigación sobre la genética, y he realizado un entrenamiento de análisis genético con Fitgenes Australia.
Analizar la genética de mis clientes me revela conocimientos únicos respecto a la forma en que su dieta y estilo de vida influyen en su salud, y explica numerosos factores sobre la salud de su familia.
Cualquier cosa, desde pérdida de peso, ansiedad y depresión, adicciones y enfermedades cardíacas, puede ser examinado con una prueba genética y puede ser tratado en consecuencia.
¿Qué tiene que ver todo esto con la nutrición?
Aquí es donde entra la Nutrigenómica – el campo de la nutrición que analiza las relaciones entre tu combinación genética particular y tu dieta, el entorno y tu estilo de vida, para comprender si todos estos factores se acoplan bien entre sí.
En mi trabajo clínico uso las pruebas genéticas (una simple muestra de saliva) para entender la manera en que tu combinación particular de genes puede recibir la influencia de cambios nutricionales y de estilo de vida muy específicos a fin de evitar que la expresión de esos genes se convierta en una consecuencia de salud no deseada.
Muchos nutrientes sencillos, así como antioxidantes y vitaminas específicas pueden ser usados para ‘revertir’ la inflamación, el riesgo de enfermedades cardíacas, la obesidad/sobrepeso, los problemas intestinales y los problemas de metilación – simplemente necesitamos saber cuáles son TUS combinaciones específicas para poder concebir la mejor estrategia.
La Nutrigenética y la Nutrigenómica en la práctica
Por ejemplo, yo sé por las pruebas, que mis genes responsables del consumo de vitamina D son sub óptimos, lo que significa que siempre necesito asegurarme de tener una exposición adecuada al sol y verificar regularmente mis niveles de esta vitamina en los meses invernales para no activar estos genes que se relacionan con muy bajos niveles de vitamina D (y que están implicados en muchas enfermedades autoinmunes).
Un ejemplo común que veo en la clínica son las variaciones del gen MTHFR – esta es una enorme área de investigación y este gen ha sido relacionado con muchos padecimientos, que van desde enfermedades cardíacas y derrames cerebrales hasta diferentes espectros de autismo. Aunque el MTHFR es un gen de metilación importante, las pruebas para este gen son realmente inadecuadas puesto que se pueden dejar de lado muchos otros genes relacionados con la metilación que son responsables del metabolismo del ácido fólico y la vitamina B12. Es por esto que siempre uso las pruebas genéticas integrales para entender el perfil único de mis clientes y concebir la mejor estrategia de nutrición y estilo de vida.
¿Ehhh, pero no te parece deprimente y desesperante todo este conocimiento sobre genética? A veces escucho este comentario y me parece que es una preocupación válida, sin embargo – aunque saber cuáles son los genes ‘conflictivos’ que podríamos tener es un poco desafiante, ¡es importante recordar que TODOS tenemos genes conflictivos! Todos tenemos miles de genes que tienen variaciones.
Lo más importante es saber que hay MUCHO qué se puede hacer para afrontar la genética poco deseable y esto es un hecho crítico – esta información es de gran valor para nosotros puesto que permite que se realicen modificaciones a la dieta y el estilo de vida para lograr el mejor funcionamiento posible de la maquinaria de la salud.
Esto es en verdad medicina nutricional personalizada.
Fuente: truefoodsnutrition.com.au
Fecha: 4 de diciembre de 2017
Link: http://www.truefoodsnutrition.com.au/escape-ghosts-genes/
Nota: Instituto Nutrigenómica no se hace responsable de las opiniones expresadas en el presente artículo.